Documento sin título

La hora de la prueba ......................................................... 102

Bautizarse para qué? ......................................................... 103

Vivir en comunidad .......................................................... 103

Tiempo de cuaresma ......................................................... 104

Existe el pecado? .............................................................. 105

La mala educación ............................................................ 106

Curso 2010/2011 .............................................................. 108

Reforcemos nuestra fe ...................................................... 108

La nueva religión ............................................................. 109

NOTA: PARA VER LOS TEMAS DESPLAZAR LA PAGINA HASTA ENCONTRAR EL NUMERO BUSCADO

Que están secando las raíces de nuestra fe es algo que está fuera de toda duda. No en vano advierte Monseñor Sebastián, analizando las recientes estadísticas sobre la fe en España, que los católicos aquí estamos ya en minoría Y cual es la causa de este lamentable estado? Somos muchos los que nos hemos hecho esta pregunta, y seguro que cada uno achacamos su origen a diversas causas. Probablemente no todas hayan influido de la misma manera, pero es casi seguro que cada una por su parte habrá contribuido a echar más leña al fuego. En el gráfico que hemos puesto en la primera página señalamos algunas de estas causas. En primer lugar hemos puesto la ciencia, porque son muchos los que quieren hacernos creer que la ciencia de hoy y la religión son incompatibles. Ciencia y religión son dos campos de estudio que buscan verdades diferentes por caminos distintos. La primera busca verdades relacionadas con el conocimiento de la materia, y la segunda busca las verdades relacionadas con el espíritu. Un científico puede conocer muchas verdades en su campo y ser al mismo tiempo un perfecto ignorante en religión. Entre los científicos los hay de reconocido prestigio que creen en nuestro Dios, porque su ciencia no se opone a nuestras creencias religiosas, y los hay que no creen en nuestro Dios, o creen a su modo, por el motivo que sea. En segundo lugar hemos puesto la ignorancia como contraste a esos que dicen que es la ciencia la que nos aparta de la religión. La ignorancia influye negativamente de dos formas en el abandono de la fe. Por una parte están los que podemos llamar creyentes ignorantes que pueden hacer daño a la fe con sus prácticas religiosas rayanas a veces en la superstición, o con los argumentos sin fundamento lógico que quieren justificar su prácticas religiosas, haciendo que otros más instruidos sientan aversión, y hasta desprecio, hacia los que practican esa fe que rechaza la razón. Por otra parte está la ignorancia religiosa de muchas personas puede hacer mucho daño a las personas menos cultivadas que ellas, porque sus argumentos en contra de Dios y de la religión son fácilmente aceptados por los menos cultivados. De todo esto nosotros deducimos que la ignorancia, de una forma o de otra, es en gran parte una de las raíces que están atacando fuertemente el árbol de nuestra fe. Hay otros muchos que dicen que no creen en la Iglesia ni en Dios porque lo que han visto en la jerarquía eclesiástica, -en los curas o en las monjas - les ha llevado a perder su fe.¿Tan malos son los curas y las monjas, o tan malos somos los cristianos de a pie como para hacerles perder la fe en Jesucristo? Yo me inclino a creer que esto es más bien una disculpa que ponen para justificarse a sí mismos el abandono de las prácticas religiosas. A éstos, para recobrar su fe les bastaría con dejar de mirar a los malos cristianos y mirar a Cristo y a los muchos buenos curas y cristianos que a diario están dando la vida por el servicio a los demás Pero no, esto seguro que no lo harán porque les es más cómodo evadir compromisos que aceptarlos. De todas formas es evidente que muchos que antes nos acompañaban en la iglesia han dejado de hacerlo, y entre estos están con frecuencia nuestros propios hijos, y esto no dice nada bueno en nuestro favor. ¿Quiénes son los culpables de que no sigan acompañándonos, ellos o nosotros?.¿Que ha cambiado o qué no hemos cambiado que deberíamos haber cambiado? Este pensamiento puede ser motivo para una buena reflexión por nuestra parte. Jesús.

Los apóstoles estuvieron recibiendo lecciones de Jesús durante tres años a cerca de lo que tenían que hacer, pero estas lecciones parece que no fueron suficientes para emprender la acción apostólica. Al finalizar los tres años Pedro le negó tres veces, y al morir el Maestro todos se acobardaron y no se atrevían a confesar su fe públicamente.

Esta reflexión puede llevarnos a considerar cual es el verdadero valor de nuestra formación en los grupos o fuera de ellos. Entendemos que no basta con lecciones culturales sobre religión para movernos a practicar la fe, aunque por supuesto, esa formación nos es tan necesaria como necesarias fueron para los apóstoles las enseñanzas del Maestro. Además de la actualización de nuestros conocimientos, necesitamos la fuerza del Espíritu para poder entender y confesar la fe. ¿Y como conseguir la fuerza del Espíritu? Creyendo a Cristo y siendo fieles a sus mandatos. "No salgáis de Jerusalén; aguardad la promesa que os hice de parte del Padre y seréis bautizados con el Espíritu Santo". Los apóstoles creyeron lo que les decía el Maestro, hicieron lo que les mandó y recibieron el Espíritu Santo. Ahora ya, con la fuerza que les infundió el Espíritu Santo, ya confesaban su fe en Cristo delante de las autoridades y delante del pueblo, aun sabiendo lo mucho que arriesgaban vida.

Cuando el Sumo Sacerdote (el Papa de los judíos) dijo a los apóstoles: Os prohibimos severamente enseñar en nombre de Cristo, a esto contestaron sin miedo al castigo: Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres. Tal parece que esta contestación la hubieran dado los apóstoles para ponerla en nuestra boca en los tiempos actuales. Hoy se afirma desde las autoridades gubernativas que tenemos que obedecer las leyes aprobadas democráticamente. Las leyes son para ser cumplidas por todos, sean de la religión que sean, dicen desde el Gobierno ¿Todas, preguntamos nosotros? ¿También las que van contra los mandamientos de Dios? Los gobernantes dicen que también esas, porque la conciencia es cosa del individuo, y ellos entienden, - y así lo dicen- que la democracia está por encima de la conciencia de los individuo y de Dios. Aquí están confundiendo a Dios con la conciencia de cada individuo. Lo que entendemos por mandamientos de Dios no son las interpretaciones personales de cada individuo, son los derechos universales de todo individuo, que son anteriores y están por encima de las leyes de cualquier Estado. Los cristianos recogemos estos derechos universales del individuo en lo que llamamos mandamientos de Dios, y estos derechos no han sido dados para ser respetados por un grupo de creyentes, sino por todos los hombres y por todos los gobiernos, creyentes o no.

Cualquier ley que conculque estos derechos debe ser protestada por todos, creyentes o no, no porque lo digan los mandamientos de Dios, sino porque Dios lo ha dicho así porque es contraria al bien del hombre.

Los apóstoles no hablaron de objeción de conciencia, hablaron de obedecer a Dios antes que a los hombres (en democracia o sin ella), y a eso estamos comprometidos los cristianos, porque sabemos que Dios manda lo mejor para los hombres..

Dice el Guión que el Libro de los Hechos nos presenta las cuatro fidelidades sobre las que debe apoyarse toda comunidad cristiana, a saber: Las enseñanzas de los apóstoles (la palabra); la unión fraterna (el amor); la fracción del pan (la eucaristía), y la oración. Esto obedece a estos cuatro mandatos del Maestro: Id y predicad la buena nueva; amaos los unos a los otros como yo os he amado; haced esto en memoria mía; y pedid y recibiréis.

La Palabra. Anunciar la buena nueva es, sobre todo, hablar de Cristo anunciando a las gentes su doctrina. El apostolado de Ja ~exige formación previa para contar la verdad, y contarla de forma entendible y atractiva para quien la escucha. La Iglesia se extendió por la palabra unida a la coherencia de vida con esa palabra, y no solamente por las oraciones.. La palabra sin el testimonio no es creída, y el testimonio sin la palabra puede no ser entendido. Suponte que una persona está prestando ayuda a personas necesitadas. ¿Dirías tú que está dando testimonio de buen cristiano? ¿Que tal si te digo que es musulmán, o ateo? ¿Seguirías diciendo lo mismo? No. El testimonio de cristiano no se da por lo que se hace, se da por el motivo por el que se hace, y para que esto sea entendido debemos manifestarlo con nuestras palabras.

Dice más adelante el guión: La Iglesia hoy siente la urgencia de formación para ser misionera y anunciar la Buena Noticia de Jesús resucitado. ¿Sientes tú esta urgencia de formación? Tu también eres Iglesia y deberías sentirla ¿O crees que los mayores ya no necesitamos la formación? Mi opinión personal es que hoy quienes más necesitamos esa formación somos los mayores, primero porque la recibimos en una época en la que la vida (y la religión) se vivían y se entendían de forma diferente a como hoy se entiende, y segundo porque como mayores nuestros comportamientos son observados por los más jóvenes, para imitarlos o para rechazarlos según los juzguen acertados o equivocados, y esto no deja de ser una gran responsabilidad para nosotros. Esto nos obliga a obrar como cristianos y a explicar por qué obramos así.

El amor y la oración. Sobre estos dos pilares no voy a comentar nada, no porque no sean importantes, que son básicos, sino porque su importancia es tal que siempre estamos hablando de ellos, a veces con olvido de los otros, y hoy me parece conveniente resaltar también la importancia de la palabra y de la misa. San Pablo, San Juan Evangelista, y el Maestro mismo son los grandes divulgadores del amor, pero no se contentaron con practicarlo, salieron a predicarlo por todo el mundo, para que el mundo lo conociese por la palabra. Hoy nos da miedo hablar de religión.

La eucaristía Se argumenta erróneamente que es un invento de los curas, y que es innecesario ir a misa porque quienes van no son mejores que los que no van. Ya hemos visto en la hoja 3 que la obligación de ir a misa no es invento de los curas, aunque sí sea la forma de celebrarla, y hemos visto la necesidad que un cristiano tiene de acudir a ella para dar culto a Dios, y para mantenerse firme en la fe y recibir formación actualizada sobre lo que debe creer y practicar según la doctrina de la Iglesia a la que pertenece.

En la misa pedimos perdón a Dios por nuestras faltas, y al recordarlas renovamos el propósito de evitarlas, lo que es un estímulo para ser mejores. En la homilía recordamos la Palabra de Dios, donde se nos dice cómo debemos comportarnos. En las oraciones centrales damos gracias a Dios por las cosas que ha hecho por nosotros (de bien nacidos es ser agradecidos), le ofrecemos el sacrificio de la misa en señal de acatamiento y agradecimiento, y finalmente le pedimos ayuda para que nuestros comportamientos sean según su voluntad. ¿Se puede ser buen cristiano sin ir a misa? Rotundamente no, porque no está cumpliendo con lo mandado por Dios, por Cristo y por la Iglesia (Jesús Hernández Criado)

Estrenamos un nuevo año, y, como siempre, nos deseamos un Feliz Año colmado de venturas. Excelente deseo, y que podamos desearnos esto por muchos años más. Pero ¿basta con los buenos deseos? Los buenos deseos, si no hacemos nada para hacerlos realidad no son mas que eso, deseos. ¿Qué hacemos para que esos a quienes deseamos tanta felicidad sean más felices? Este es el autoexamen que deberíamos hacer cada año que decimos por rutina, o de corazón, FELICES FIESTAS.

¿Qué pensamos hacer este nuevo año, seguir como siempre? Seguir como siempre no es renovarse y ya sabéis el dicho popular: renovarse o morir, y es que el que no se renueva constantemente está muriendo poco a poco. Tal vez, y es motivo para una reflexión seria, nuestra fe y nuestro apostolado se estén muriendo poco a poco por falta de renovación. Renovar es cambiar algo. Solo el que cambia puede progresar. El que no cambia se mantiene donde está, no avanza en ningún sentido. Cambiar entraña riesgo, se puede cambiar para mejor o para peor, pero si quieres progresar tienes que arriesgarte al cambio.

Hace varios años escuchaba una lección magistral de Torrente Ballester con motivo de la inauguración de la Universidad de la Experiencia en la Pontificia de Salamanca. Ya tenía él 90 años cuando pronunció esta lección, y evidentemente iba dirigida a los mayores que cursábamos en dicha Universidad. Decía él: Todo cambio es doloroso, porque tenemos que dejar ideas que nos han servido hasta este momento para sustituirlas por otras nuevas que esperamos sean mejores para nosotros, pero que no sabremos si son mejores hasta que vivamos la aventura del cambio, y toda aventura produce incertidumbre y desasosiego por el riesgo que lleva en sí.

Pues bien, comenzamos un nuevo año y es buen momento para arriesgarnos a ser mejores, dejando ideas viejas que nos han sido útiles de acuerdo con los conocimientos de tiempos pasados, pero que hoy no lo son, porque nuevos conocimientos y nuevas formas de entender la vida así lo están demostrando.

Necesitamos prepararnos para discernir qué cosas debemos dejar y en cuales nos debemos reafirmar, habida cuenta de que no todo lo nuevo es mejor que nuestras viejas costumbres, ni no todas nuestras costumbres de toda la vida son mejores que lo que la modernidad nos ofrece.

Necesitamos prepararnos para acertar a elegir lo mejor, y efectuar los cambios oportunos, aunque nos cueste, si queremos sintonizar e influir en la nueva cultura que está aflorando y que ya acampa entre nosotros

Que Dios nos ilumine en esta tarea, y que acertemos a dejar lo ya caduco y a elegir en el conocimiento de la verdad y en el mejor servicio a nuestro Dios. Con mis mejores deseos para el nuevo año, Jesús Hdez. , Presidente

NUESTRAS NOTICIAS Grupo interparroquial de San Marcos. Por que casarse por la Iglesia

Siguiendo nuestra costumbre de comentar en el grupo los problemas de religión que se viven hoy en nuestra sociedad, hemos tratado el tema de ¿Por qué casarse por la Iglesia?

Podría parecer que este tema no es de interés para los que ya tenemos resuelto este problema desde hace tiempo, pero como apostolado es, entre otras cosas, enseñar al que no sabe, y hoy nuestros jóvenes saben muy poco lo que es un matrimonio por la Iglesia, no pareció que podíamos tocar este tema para dar luz en lo que a esto se refiere.

Empezada la reunión, el ponente de turno, nuestro actual tesorero, expuso algunas opiniones recogidas en foros de internet sobre este tema, y pudimos comprobar la ignorancia que reflejaban aquellas opiniones sobre lo que significa el matrimonio. Sobre lo que significa casarse por la Iglesia no tienen ni idea

El matrimonio civil es un contrato hecho ante una autoridad civil, por el cual los cónyuges adquieren unas obligaciones y unos derechos respecto u ellos mismos y a la prole si la hubiere. Este contrato se rige por el Código Civil.

El matrimonio por la Iglesia es un sacramento, en el que los esposos hacen un compromiso ante Dios en presencia de un ministro de la Iglesia, y por el cual los esposos se comprometes a guardarse fidelidad toda la vida y educar los hijos en la doctrina de la Iglesia Católica. Este Sacramento se rige por el derecho Canónico, nada que ver con el derecho Civil. Con el matrimonio Civil se consigue amparo de las leyes y de las autoridades civiles para hacer respetar el contrato. Con el sacramento del matrimonio se obtiene aumento de la gracia santificante y las gracias sacramentales propias de este sacramento. Como puede apreciase son dos formas muy distintas del celebrar el matrimonio, y se obtienen efectos diferentes. ¿Es cierto que a través del sacramento se reciben algunas gracias especiales que ayuden a vivirlo mejor? Un sacramento no es ninguna magia que resuelva todos los problemas, y menos si nosotros no ponemos de nuestra parte lo necesario para hacer efectivas esas gracias, pero los allí presentes dábamos testimonio de haberlas sentido en momentos difíciles de nuestra vida matrimonial.

Uno que no sea creyente lo mejor es que no celebre este sacramento, porque no le va a reportar beneficio alguno, pero si es católico y quiere casarse, tiene la obligación de recibir este sacramento, porque despreciar sus gracias es una ofensa grave a Dios y a su Iglesia.(Jesús Hernández Criado)

Este es título del tema que nos propone el guión para este mes. Con ello pone a nuestra consideración las pruebas que tuvieron que soportar los apóstoles y los primeros cristianos para anunciar el Evangelio en su tiempo, y nos invita a que soportemos nosotros con entereza y confianza las dificultades que tengamos en el camino de nuestro apostolado.

Ciertamente las dificultades que surgen hoy al anunciar el Evangelio no son —al menos en España- tan duras como las que tuvieron que soportar los apóstoles. Ellos anunciaban a Cristo a una sociedad que adoraba a otros dioses, y muchas veces eran perseguidos a muerte por las autoridades. Hoy, en nuestro país, no tenemos que afrontar el peligro de perder la vida por anunciar el Evangelio. Como mucho, y esto sí se da, y no es chica prueba, nos exponemos a sufrir descalificaciones y a tener que soportar calificativos de carcas, retrógrados e ignorantes por defender una doctrina de hace 2000 años. Tampoco la sociedad a la que tenemos que anunciar el evangelio es parecida a la de aquellos tiempos. Nosotros tenemos que anunciarlo a una sociedad que ya ha oído hablar de Cristo, incluso que han vivido en el seno de la Iglesia Católica por algún tiempo y que la han abandonado porque lo que han visto en ella, o lo que han leído de ella en los medios de comunicación, no les convence. No podemos seguir presentando a la Iglesia con la cara de siempre, porque muchas de las prácticas y de las teorías de antaño no son aceptadas por la sociedad de hoy.

La prueba por la que hoy pasa nuestro apostolado en España es la de hacer frente al existencialismo laicista, esas teorías que ofrecen la panacea a todos nuestros males con su cientIfismo y sus tecnologías, y que llevan a tanta gente al abandono de las iglesias, prueba similar, pienso yo, .a cuando Lutero lanzó sus tesis protestantes, que hubo que luchar contra aquellas tesis que también llevaron a mucha gente a separarse del catolicismo. Cierto que hoy no vamos a crear ninguna inquisición para luchar contra esta ideología materialista, pero sí debemos "armarnos" de los conocimiento necesarios para poder hacerle frente

Tanto ahora como en el caso de Lutero se le ofrecen a los creyentes opciones diferentes a las tesis mantenidas por la Iglesia Católica, y en ambos casos muchos optan por abandonar la religión católica y abrazar las nuevas tesis de la modernidad. En ambos casos se duda de la veracidad y la racionalidad de las creencias católicas, y la prueba hoy para la Iglesia Católica —Iglesia somos todos los creyentes católicos- consiste en saber exponer el fundamento lógico (no un fundamento científico, pero sí lógico) de lo que creemos y practicamos. Esta es nuestra prueba de hoy. ¿Estamos preparados para pasarla con provecho? Yo confieso con dolor y con pena que percibo mucha ignorancia en el pueblo cristiano, y esto, en palabras de Benedicto XVI, facilita la aceptación de las tesis contrarias a la Iglesia .

Este segundo domingo del año celebrábamos el bautismo de Jesús, y un padre pagano, aunque bautizado, como muchos hoy en España, razonaba así: Bautizar a los hijos ¿para qué?. ¿Para que luego cuando sean mayores dejen de pisar por la Iglesia como yo? ¿Para qué sirve eso? ¿Acaso son mejores los que están bautizados que los que no lo están? ¿Para que me vale a mi estar bautizado? Para nada. Para eso mejor no bautizarlos, se ahorran gastos.

No se qué le responderíais vosotros a un padre así , pero si eres de Vida Ascendente alguna razón intentarías darle para sacarle de su error, si es que te quiere escuchar, claro. Sí, ya se que lo más probable es que no te escuche, pero eso no nos releva de la obligación que tenemos de intentar e anunciar el reino de Cristo, con ocasión o sin ella.. A lo mejor, aun parezca que no nos escucha puede que se le quede algo, y que eso sea la semilla para que sople el Espíritu Santo.

El bautismo es un sacramento, y como tal fuente de gracia para quien lo recibe. Una fuente con agua no nos vale para nada mientras no hagamos uso de su agua. Podemos morirnos de sed junto a la fuete sin beber de su agua, pero eso no sería culpa de la fuente, sería culpa nuestra que no hacemos nada por saciar la sed. Así son los sacramentos, Son fuentes de gracia, pero para que surta efectos tenemos que hacer algo nosotros.

¿Pero qué es la gracia, esa cosa de la que tanto nos hablan los curas y que no acabamos de entender? Cardedal, gran teólogo actual, la define como una luz que procede de Dios y que nos hace conocer y adherirnos a las verdades reveladas. Pero -dirá el pagano bautizado- para conocer la verdad ya tenemos la ciencia y la razón. A través de la ciencia conocemos muchas cosas, pero no todas. Por mucho que la ciencia nos explique qué es el amor, el odio, la alegría o la tristeza, nunca llegaremos a conocer estos sentimientos hasta que de verdad los sintamos. Algo así es la gracia, es algo que se siente y que nos sitúa en una perspectiva diferente frente al ser de las cosas. A un ateo puede decirle su razón que no hay Dios, que Cristo fue un hombre extraño que predicó una doctrina extraña y murió fracasado, y que la Iglesia es opresora y dañina para la humanidad. Cuando siente la gracia, la razón empieza a hacerle ver las cosas de forma muy diferente, y se ve la grandeza de Dios, el amor de Cristo a los hombres , y el beneficio que nos reporta la Iglesia como guía y maestra del conocimiento de Dios. La gracia es capaz de transformarlo todo, como le sucedió a San Pablo y a tantos y tantos ateos que se han convertido. ¿Bautismo y sacramentos para qué? Para que esa gracia actúe en nosotros y nos haga ver el verdadero camino y nos permita disfrutar de sus beneficios. ¡Qué triste es ser un bautizado-pagano y morir de sed estando junto a la fuente de la vida!

Pretende el guión de este mes llamar nuestra atencihan sobre la necesidad de estar agrupados en comunidades para el mejor ejercicio de nuestro apostolado, y empieza citando a Hechos 6, 1-7 donde dice que "la Iglesia de los primeros tiempos tuvo que aprender a organizarse para responder adecuadamente a las necesidades que iban surgiendo". Desde entonces la Iglesia está organizada en pequeñas comunidades —diócesis, parroquias, movimientos al cuidado de los párrocos y de los Obispos- cuyo objetivo es atender a las necesidades espirituales de sus miembros. Este organizarse en pequeñas comunidades permite a la Iglesia adaptarse mejor a las necesidades de su fieles en todo tiempo y lugar.

Ese adaptarse a cada tiempo y lugar solo puede hacerse siendo sensibles a los cambios de los tiempos y lugares, y gracias a esa adaptación a los cambios la Iglesia ha podido subsistir durante tanto tiempo, pues de lo contrario se hubiera quedado obsoleta y la sociedad la habría expulsado de su seno por carecer de utilidad para ella. La sociedad tiende a expulsar de sí misma todo aquello que se torna inútil para ella, como ha ocurrido con costumbres, ideologías, y conocimientos que se han quedado anticuadas. Gracias a esto avanzan las sociedades. Y la Iglesia ha sabido ir avanzando al ritmo de la sociedad a través de esos cambios. Hoy día, cuando la sociedad avanza tan deprisa, tenemos que estar atentos a las nuevas necesidades que surgen para responder a ellas adecuadamente, si no queremos que la sociedad nos deje marginados por obsoletos.

Mas adelante habla el guión del apostolado, y nos dice que no se discutía si la evangelización era más importante que la atención a los pobres, o si la oración y la celebración litúrgica debía tener preferencia a la lucha por la injusticia. En una comunidad son necesarios diversos carismas para atender a todas sus necesidades. Dice el guión, citando a Hechos 6,2-4:

«Los doce convocaron al grupo de los discípulos y les dijeron: No está bien que nosotros dejemos de anunciar la palabra de Dios para dedicarnos al servicio de las mesas. Por tanto, elegid de entre vosotros, hermanos, siete hombres de buena reputación, llenos de Espíritu Santo y de sabiduría, a los cuales les encomendaremos este servicio para que nosotros podamos dedicarnos a la oración y al ministerio de la Palabra»

No se que os sugerirá este párrafo a vosotros, pero a mi me parece que deja bien calara su preferencia por el anuncio de la palabra. Nadie vea en esto que trato de quitarle importancia al servicio de "la mesa". Me he apresurado a decir antes que todos los carismas son necesarios en una comunidad. Si ahora quiero resaltar el anuncio de la palabra es porque tengo la impresión de que en Vida Ascendente, en lo que yo conozco, le estamos dando más importancia a la "mesa" que a la palabra, y aquí, entre los apóstoles parece que era al revés .

Sabemos que ni el ejemplo, ni la palabra, bastan para dar a conocer el Evangelio. No es lo que decimos o lo que hacemos lo que va a convertir a la gente, es la GRACIA, que la da Dios a quien quiere, pero obligación nuestra es preparar el camino para que esa gracia llegue lo antes posible y al mayor número de gente.

El anuncio de la palabra lleva consigo el compromiso de la buena preparación, porque hablar de Dios y de su Iglesia sin tener una buena preparación puede dar lugar a un pésimo testimonio, que en vez de acercar la gente a Dios haga que lo rechace. Cuantas veces un cristiano practicando de buena fe sus devociones, o explicando sus razones para creer, está dando un mal ejemplo porque lo que hace o dice está manifiestamente en contra del sentido común, o de lo aceptado generalmente como cierto, y esto lejos de acercar a la religión invita más a rechazarla. Nuestra fe no va contra la razón, aunque algunas de sus creencia estén sobre ella, pero nunca contra ella. No podemos ir contra la evidencia, y menos decir que lo hacemos en nombre de Dios. Jesús Hdez., Presidente

Como se puede vivir la cuaresma La cuaresma es un tiempo litúrgico de conversión que marca la Iglesia para prepararnos a la gran fiesta de la Pascua. Podemos vivir sus ritos como vivían los fariseos los suyos cuando practicaban sus purificaciones, que solo lo hacían con la boca, pero no con el corazón, y ya sabemos como los calificó Cristo: hipócritas y vacíos de corazón. La otra forma es vivirla es como vivió Cristo sus cuarenta días en el desierto: Dedicado y a conocer la voluntad de Dios haciendo ayunos, sacrificios y oración para descubrir el rumbo que debía dar a su vida publica. Nosotros debemos hacer lo mismo que Cristo para conocer también el rumbo que debemos seguir en nuestra vida interior y para conocer y hacer la voluntad del Padre. La Iglesia ha fijado un periodo de cuarenta días para reflexionar sobre esto, en recuerdo de los cuarenta días que Cristo ayunó, de los cuarenta años que el pueblo escogido de Dios tuvo de travesía por el desierto, y de otros sucesos cuyo periodo de duración se cuenta también con el número de cuarenta.

La cuaresma es tiempo de sacrificios y de gestos demostrativos de arrepentimiento.

La cuaresma es tiempo de sacrificios, de gestos, de arrepentimiento y de revisión de vida. Siempre que hacemos algún sacrificio lo hacemos pensando en obtener algún provecho de ello. Solo las personas con madurez intelectual están dispuestas a cambiar sacrificio por beneficio. Un niño, o una mente inmadura, no alcanza a comprender la ventaja en este cambio de sacrificio presente por beneficio futuro, y por eso están menos dispuestas al sacrificio. El número 2015 del Catecismo de la Iglesia Católica, dice que el camino de la perfección pasa por la cruz. No hay santidad sin renuncia y sin combate espiritual. El progreso espiritual, como el material, implica el esfuerzo y el sacrificio. No podemos progresar en santidad sin hacer sacrificios. El ayuno y la abstinencia que manda la Iglesia van en esta línea. Por otra parte con el sacrificio voluntario contribuimos a fortalecer nuestra voluntad, lo que nos ayudará a vencer las tentaciones.

Convertios y creed en el Evangelio, nos dicen en la introducción a la cuaresma. Convertirnos es arrepentirnos de nuestros pecados y hacer propósito de trabajar por mejorar nuestras relaciones con Dios. En cuanto a la reconciliación nos dice San Mateo en el capitulo quinto cómo debemos hacerlo: Primero reconciliarnos con los hermanos, con el prójimo, y cuando hayamos hecho esto podemos ir a ofrecer a Dios nuestras ofrendas y nuestras oraciones

Aprovechemos estos días para orar, para platicar con Dios, para decirle que queremos hacer su voluntad, y digámoselo no solo con la palabra , también gestos y sacrificios. Orar no solo es hablar con Dios, también lo es escucharlo , cosa que hacemos con la meditación, o cuando escuchamos la palabra de Dios, bien en retiros espirituales, charlas cuaresmales, o por cualquier otro medio. J.h.c

Todos conocemos como se fraguaron los primeros tiempos del cristianismo: Cristo murió en la cruz para redimirnos, luego vino el Espíritu Santo sobre los apóstoles, y éstos empezaron a anunciar todo contentos la resurrección de Cristo; después nacieron las primeras comunidades cristianas, se extendierpn y medio mundo quedó convertido al cristianismo. Bonito y fácil, pero no fue así, no fue ni bonito ni fácil.

Empecemos por el hecho que supuso la venida de Cristo a la tierra. Los judíos esperaban un Mesías anunciado por los Profetas. Sería el libertador de su pueblo. Por las fechas anunciadas vino Jesús al mundo, y empieza predicando una doctrina nueva, haciendo prodigios y curando enfermos de forma milagrosa, razones sobradas para creer que él era el libertador que estaban esperando. De pronto se encuentran con que es acusado de blasfemo porque está corrompiendo la Ley de Moisés tal y como el pueblo la entiende, y el poder civil lo acusa de sedición, y ambas autoridades de común acuerdo lo condenan a morir crucificado. El que consideraban su libertador muere en la cruz sin liberarlos de nada. Se acabaron las esperanzas puestas pn ese hombre, incluso para sus discípulos.

Luego de pronto se corre la voz entre ellos de que el crucificado ha resucitado. ¿Donde está? ¿Dónde se aloja? No vive en ninguna parte. Esto va contra todo lo conocido No es de extrañar que ni los mismos apóstoles creyeran que había resucitado hasta que no lo vieron.

Después vino lo del Espíritu Santo, y con él el mandamiento de id y anunciad la Buena Nueva, es decir, id por el mundo diciendo que un hombre que ha muerto en la cruz por blasfemo ha resucitado y que nosotros también resucitaremos algún día.

¿Quién puede creer en un Dios que se deja matar por los hombres? ¿Qué clase de Dios es ese? ¿No son poderosos todos los dioses? ¿Dónde está el poder de este Dios? Esta es la primera contradicción en lo que anunciaban los apóstoles. La segunda es la de anunciar que ese hombre había resucitado y que todos los hombres resucitaremos algún día. ¿Pero quien puede creer semejante cosa? ¿Acaso no está a la vista de todos que todos los días muere gente y ninguno resucita?¿Qué pruebas pueden aportar los apóstoles para convencer a la gente de que es cierto que ese hombre murió y resucitó? ¿Es que alguien en su sano juicio puede creer estas cosas?

No es de extrañar que los llamaran borrachos y locos, y más sabiendo que se estaban jugando la vida por decir esas barbaridades. ¡Y sin embargo la gente creyó a los apóstoles! Y no solo la gente de aquellos tiempos, estas creencias se han mantenido hasta nuestros días después de mas de dos mil años soportando los constantes ataques lanzados contra ellas en todos los tiempos y de diversas formas.

¿Acaso no es esto un milagro? Alguien ha escrito : "Es la revelación la que ha orientado a la razón. El que cree en filosofías o religiones humanas habla. El que cree en Jesús como Palabra de Dios, escucha" ( Karl Barth).

O como decía Pascal: "Mas convincentes son las razones que encontramos por nosotros mismos que todas las razones que otros inventen". No son las palabras de los hombres las que han dado origen y sostienen las creencias cristianas, es la Palabra de Dios que se instala en nuestras conciencias. Dios viene a nosotros —se nos revela personalmente a cada uno- por múltiples caminos si nosotros lo buscamos con corazón puro. La cuaresma es un tiempo propicio para buscar y descubrir las verdades de la revelación. (JHC)

"Maestro, cual es el mandamiento mayor de la Ley?. Él le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el mayor y el primer mandamiento. El segundo es semejante a este: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos penden toda la Ley y los Profetas". Mt 22,36-49.

Cuando Dios nos pide que le amemos no esta pidiendo más que lo que en buena lógica le corresponde. Todos somos deudores suyos, porque a todos nos ha dado más de lo que nosotros podemos darle, luego todos estamos obligados a amarle para corresponder a ese amor que él demuestra al darnos más de lo que podemos devolverle.

Estamos ya en la Pascua de la Resurrección. Durante la cuaresma se nos ha repetido una y otra vez que somos pecadores, pero que Dios es misericordioso y perdona nuestros todos pecados si nos arrepentimos, y que por esto debemos amarlo. Como ejemplo de pecadores arrepentidos y perdonados nos ponen la parábola del Hijo prodigo, el arrepentimiento del rey David, o los de la ciudad de Nínive que se libraron del castigo por su arrepentimiento. Lucas nos cuenta el ejemplo de la pecadora que lava con sus lágrimas los pies de Cristo en la comida del fariseo Simón, y pone en boca de Cristo el ejemplo de dos deudores, a uno al que le perdonan 500 denarios y a otro al que le perdonan 50, y pregunta "¿Quien de ellos amará más? Supongo, dice Simón el fariseo, deberá amar más aquel a quien se le perdona más. Juzgas correctamente, dijo el Maestro. Con esto quieren llevarnos a la conclusión de que como nosotros somos grandes pecadores y se nos ha perdonado mucho estamos obligados amar mucho a Dios. ¿Pero, digo yo, por qué la Iglesia se empeña en hacernos creer que somos grandes pecadores? ¿Acaso somos de los que vamos por el mundo matando o robando a la gente?. No. Nosotros vamos todos los días a misa, y hasta ayunamos en cuaresma Somos unos santitos comparados con esos pecadores del Evangelio. ¿O no es así? Siguiendo la lógica de Cristo, los que son tan santitos podrán pensar que como a ellos se les ha perdonado poco no tienen por qué amar mucho a Dios. Pero a Dios, pienso yo, no solo tenemos que amarlo por lo mucho que nos haya perdonado, sino también por lo mucho que nos ha dado.

Démosle la vuelta al ejemplo de Lucas y digamos que un señor muy rico llamó a uno de sus criados, y porque le dio la gana, le entregó 1000 denarios para que viviera mejor, y yo pregunto ahora: ¿Quién deberá estar más agradecido, aquel a quien le perdonaron 500 o éste que sin merecerlo le han dado 1000? ¿Acaso no somos nosotros de los privilegiados del mundo por haber nacido en un país rico donde se vive rodeado de comodidades que la mayor parte de los hombres de este planeta no pueden disfrutar? Nosotros tenemos al menos comida, bebida y techo donde cobijarnos, cosas elementales de las que carecen muchos millones en este planeta, y ¿qué meritos hemos hecho nosotros para ello?

Tal vez tu no hayas recibido muchos bienes económicos, y puede que hasta te encuentres entre los sufrientes de grandes penas y dolores habituales en esta vida. Pues aún así eres deudor de Dios, porque te ha dado una vida destinada a vivirla eternamente en felicidad. ¿Qué importan unos años malos en la tierra si el premio es una eternidad feliz? ¿Y cómo podemos agradecer esto a Dios?

Que en el mundo hay cosas que hacen daño a la gente y cosas que hace bien, eso nadie puede discutirlo. Pues bien, todo lo que hace daño, o conduce a que el daño se produzca decimos que es malo, y podemos llamarlo pecado, y todo lo que hace bien, o conduce a que se produzca el bien decimos que es bueno, y podemos llamarlo virtud. Esta, desde luego, no es una definición muy canónica del pecado, puesto que según los cánones religiosos el pecado es una ofensa contra Dios.

El catecismo de la Iglesia en el número 1849 dice: "Pecado es una falta contra la razón, la verdad, la conciencia recta. Es faltar al amor para con Dios y para con el prójimo", y San Agustín lo define como "una palabra , un acto o un deseo contrarios a le ley eterna., Estas definiciones hacen que se ligue el pecado a la existencia de un Dios, cuando el pecado, la maldad, va ligada al daño que hace, y esto es independiente de que Dios exista o no

Esto nos lleva a las siguientes conclusiones: Una : Lo que es bueno o malo no depende de las leyes de los hombres, depende de si el acto hace bien o mal al hombre o a la sociedad. Dos: las leyes, aunque estén aprobadas por las mayorías, no pueden hacer que un acto dañino deje de hacer daño sólo porque así lo haya aprobado la mayoría. Si la mayoría parlamentaria aprueba algo que hace mal al hombre, eso lo convierte en acto legal, pero no en acto moralmente bueno, porque aunque sea legal sigue siendo contrario a la razón y a la recta conciencia, por el mal que hace. Tres, si existe ese Dios en el que creemos la gran mayoría de los hombres, ese Dios, por ser justo, tiene que castigar los actos malos, estén o no amparados por las leyes de los hombres.

Tampoco el hecho de que sea algo que todo el mundo lo hace justifica que eso pueda hacerse si causa daño a alguien, ni justifica que su uso deba ser autorizado por una ley. Ni las leyes ni las costumbres transforman la naturaleza de un acto malo en bueno. Si el acto realizado es dañino para alguien, seguirá haciendo daño, legalizado o no, y por lo mismo debe ser censurable. No solo se obra mal cuando se realiza un acto malo, también se obra mal cuando pudiendo evitar el daño no se hace nada para evitarlo. Aquí entran en juego la responsabilidad de los gobernantes y de los gobernados que sostienen a los gobernantes que legalizan el mal para obtener provecho personal o del partido.

Espero que estas reflexiones puedan ayudarnos a elegir el camino recto cuando Iglesia y Estado estén enfrentados por alguna de las muchas cuestiones en las que hoy discrepan. Cuando los políticos dicen : esto hay que hacerlo así, porque así lo ha aprobado la mayoría, están utilizando un argumento que no se sostiene desde ningún punto de vista lógico, haya Dios o no lo haya. No puede sostenerse de forma razonable que un acto que es dañino para el hombre y para la sociedad haya que hacerlo solo porque así lo haya aprobado la mayoría en función de los intereses de alguno. Las leyes solo son obligatorias moramente cuando están dictadas en orden al bien común, no cuando se aprueban para bien de un partido y con perjuicio de la sociedad a la que se destinan .

El lenguaje utilizado en la aprobación de la Ley tampoco hace que lo malo se convierta en bueno. Cuando en la cuestión del aborto voluntario decimos interrupción del embarazo en vez de decir matar el feto, (que en realidad es lo que se hace), o cuando decimos que es un derecho de la mujer, en vez de decir que es privar al no nacido de su derecho a seguir viviendo, esos términos que suavizan el hecho perverso tampoco aminoran la gravedad del daño, ni moralmente autorizan su realización, aunque esté aprobado las leyes, y esto es así no porque lo diga la Iglesia, sino porque va contra el bien común del hombre y de la sociedad.

Así podemos decir que el pecado existe, se crea o no en Dios y en la Iglesia., y que deberá existir la libertad de conciencia para poder rechazarlo. Toda ley que obligue a realizar actos que causan daño a otro o a la sociedad sin la debida compensación, es doblemente injusta, lo es por el daño no compensado que hace y lo es por la obligación que impone de su cumplimiento, y esto independientemente de que haya sido aprobada en democracia o en una dictadura. JHC

Creo que reflexionar sobre este tema puede resultar muy oportuno en los tiempos que corremos, sobre todo para un Movimiento de apostolado de mayores, como es el nuestro. ¿Cuál es nuestro ámbito de evangelización como actividad apostólica?

Dicen nuestros Estatutos que "el objetivo de Vida Ascendente es llevar y fomentar el mensaje evangélico a los jubilados y mayores". ¿Sólo a los jubilados y mayores? ¿Y a qué jubilados y mayores, sólo a los que asistimos a las reuniones, o también a esos que se olvidan de asistir a la Iglesia? Pienso que estas preguntas no deben resultarnos extrañas, ya que de la contestación que le demos dependerá el enfoque que demos a nuestra formación y a nuestro apostolado, pues no es lo mismo hablar de Dios y de los evangelios a quienes están todos los días en la Iglesia que a quienes los han seguido alguna vez y los han abandonado porque no les convencen.

Este es el gran dilema que tenemos aquí en Salamanca hoy, el de cómo enfocar en estos tiempos nuestro apostolado para mayor gloria de Dios. Personalmente como Presidente, es una de mis principales preocupaciones, compartida, creo, por esta Comisión directiva.

En Vida Ascendente no podemos permitirnos mirar solo para nosotros tratando de satisfacer nuestras propias necesidades espirituales, porque terminaremos suicidándonos. Tenemos que dejar abierto el camino para que quienes se acerquen hasta aquí encuentren también respuestas a sus necesidades, que con toda seguridad serán diferentes a las nuestras. Cada época cultural tiene sus propias formas de entender la religión, y ya estamos viviendo en una cultura muy diferente a la que nos ha tocado vivir a la mayor parte de los que hoy militamos en este Movimiento. O acertamos a dar respuestas válidas para las nuevas formas de entender la religión o terminaremos apartados de la sociedad.

Tengo la impresión de que los temas tratados en las reuniones de grupo van enfocados todos a reforzar nuestra forma de entender la religión al estilo de toda la vida, ¿pero, dedicamos tiempo a conocer por qué han abandonado la iglesia los que han dejado de asistir a ella? Si no conocemos por qué se han ido de la Iglesia ¿cómo podremos ayudarles a volver a ella? Y si el abandono hubiera sido porque no le ha convencido lo que han visto en nosotros ¿cómo podemos rectificar nuestros fallos si alguien no nos advierte de ellos? ¿Y si se han aparto por ignorancia, cómo podremos enseñarles la verdad si no nos acercamos a ellos? Muchas preguntas para tan vasto tema.

Termino con una advertencia de Pagola en la Revista 21: No se trata de echarnos las culpas unos a otros, dice. Lo que necesitamos es reconocer el pecado (las causas del abandono) para ponerle remedio, pecado del que todos más o menos somos responsables, sobre todo con nuestra omisión, nuestra pasividad y nuestra mediocridad.

Y yo pregunto, ¿en los grupos de Vida Ascendente estamos haciendo algo en este sentido? Mi impresión es que cada uno vamos por nuestro lado, los que se han marchado van a su aire por un lado, y nosotros marchamos a nuestra bola por otro, y así es difícil que nos encontremos. Necesitamos buscarnos para encontrarnos.

¿Nuestra edad y nuestra situación particular son de verdad un impedimento para acercarnos a nuestros hermanos alejados de la Iglesia, o es más bien una excusa para mantenernos pasivos y satisfechos sin hacer nada? JHC

El Rector de la Universidad Internacional de Valencia, José Sanmartín Esplugues, analizaba en un artículo publicado por el periódico El Mundo, 16 de Abril de 20010, cuáles podrían ser las acusas de la violencia de género. Negaba que todo fuera debido a una mala educación sexual , y señalaba como uno de las principales males de hoy la mala educación en general que se estaba dando "Por mala educación —decía- me refiero a la que proporcionan determinados modelos familiares de crianza, como el autoritario o el hiperprotector". El modelo excesivamente autoritario, hoy en retroceso, puede llevar a la rebelión y a la violencia, y el modelo hiperprotector, hoy en aumento, hace que se reaccione con violencia ante las inevitables frustraciones de la vida, echándole la culpa a los otros de lo malo que a ellos le está pasando.

Estando de acuerdo en esto con el Rector de la Universidad Valenciana, yo me atrevo a añadir que las raíces de la mala educación tienen su origen en esta cultura laicista que pretende sustituir a Dios por las leyes estatales, eliminando con ello la justicia real, entendiendo por tal la justicia divina que premia todo lo bueno y castiga todo lo malo. La justicia de los hombres es subjetiva, fácilmente evadible, y burlable.

Si no hay un más allá, lo único que puede importarnos es pasarlo bien en esta vida, y si fijamos como fin principal de nuestra vida el pasarlo bien, todo lo que contribuya a est es bueno para nosotros, incluido el mal ajeno, y todo lo que contribuya a mermar nuestro buen vivir es malo, porque nos impide disfrutar.

Con esta filosofía de vida podríamos justificar los casos Gürtell, las "filesas", los "roldanes", y todos esos grandes "affaire" políticos, judiciales, empresariales, sociales y hasta religiosos que la prensa nos descubre todos los días. Cada individuo encontraría justificación a todo aquello que contribuyera a mejorar su vida en la tierra. El único obstáculo a esto serian las leyes sociales, pero si estas las podemos burlar, ¿por qué resignarnos a vivir peor si podemos vivir mejor?

¿Puede extrañar que con una mentalidad así se den tantos y tan graves casos de corrupción? No parece que pueda ser cierta esa afirmación gratuita de que sin Dios y sin religión viviríamos mejor.

Pero ¿debemos defender que Dios existe sólo porque esta creencia puede ayudarnos a combatir el mal y estimularnos para hacer el bien? Solo por eso quizá no. La existencia de Dios la defendemos los cristianos porque estamos convencidos de que existen argumentos lógicos y razonables para mantener esa creencia.

Nosotros, miembros de Vida Ascendente, hombres y mujeres con muchos años de vida a nuestras espaldas, creemos que Dios existe porque hemos vivido momentos en que se nos ha hecho patente su existencia, y es nuestra obligación, por mandato de Cristo y porque creemos que es bueno para el individuo y para la sociedad, hacerlo presente en esta sociedad en la que vivimos, y en la que parece que no hay tiempo ni ganas de pensar en los problemas del alma, como si nuestro olvido de Dios fuese a liberarnos de tener que presentarnos ante la justicia divina. Jesús, Presidente

Hoy está de plena actualidad dentro de la Iglesia hablar de los lugares y métodos de evangelización. Durante siglos el lugar de evangelización ha sido el templo, y el método ha sido siempre el mismo, las homilías y la catequesis parroquial.

Hoy se ha puesto de manifiesto que estos métodos ya no son suficientes. A las iglesias va poca gente, y las catequesis resultan poco eficaces porque lo que se enseña en las catequesis no lo viven los niños ni en sus casas ni en sus colegios. Entonces, ¿dónde predicar hoy, y qué métodos usar para llegar a esos padres que solo asisten a las Iglesias para dar el cabezazo en los entierros, o para esperar a que salgan los novios en las bodas para acompañarlos al banquete? El problema no es nada fácil, pero es necesario abordarlo si queremos implicamos en el anuncio del Evangelio.

Hoy no basta con dar ejemplos de buenas personas, ni con asistir a voluntariados de ayuda a los marginados, ni con dar limosnas para atender a los necesitados. La caridad y la asistencia al desvalido, dedicándole tiempo y recursos económicos, sigue siendo necesario y querido por Dios, pero hacer sólo eso no es hoy algo exclusivo de los cristianos. Eso también lo hacen los ateos, y a veces con más generosidad que los creyentes.

En una sociedad de increyentes como en la que vivimos hoy, tal vez nuestro distintivo principal de cristiano sea el de confesar nuestra fe en Cristo, argumentándola convenientemente para hacerla creíble, y ser coherentes con lo que anunciamos.

Dicen los partidarios de Santo Tomas de Aquino que una fe no argumentada lleva consigo su partida de defunción. Tal vez la falta de argumentación creíble haya sido la causa por la que tantos creyentes que antes asistían a las iglesias hayan dejado de hacerlo, primero por que al carecer su fe de fundamento lógico se han dejado arrastrar por la corriente laicista que combate esa fe, y segundo porque sus propias respuestas al por qué de su propia fe no loe han convencido por falta de formación.

Dice el guión de este mes: "El avance arrollador de los medios de comunicación y su poder de penetración en todas las estructuras sociales está produciendo cambios muy profundos que afectan sensiblemente a nuestro propio ser. Estamos pasando de la palabra y la escritura como medios habituales de comunicación y aprendizaje, a la era de la imagen y el sonido, y estas imágenes y estos sonidos nos llegan a través de la radio, de la televisión, de Internet, de los periódicos y de las revistas. No son imágenes y sonidos que andan sueltos y llegan por casualidad hasta nosotros. Han sido pensadas, calculadas, y controladas para meterse dentro de nosotros y configurar nuestra sensibilidad, -y ponerla en contra de nuestra fe- y, así, influir en las pequeñas y grandes decisiones de nuestra vida".

Necesitamos formamos bien en la fe, primeo para conocerla, porque si no la conocemos bien no podremos practicarla bien, y segundo para transmitirla bien, porque si no la conocemos bien tampoco podemos transmitirla bien.

Acción cristiana, testimonio de cristiano , si, pero dirigido por la formación, porque de lo contrario, con nuestra mejor intención, podemos estar dando un testimonio negativo, haciendo que quien nos observa, lejos de querer imitamos lo que hace es compadecemos por nuestra ignorancia. JHC

Terminamos el curso, y con él se cierra este boletín hasta el próximo si Dios quiere, que seguro que querrá que sigamos trabajando en su viña, aunque no sabemos si nuestro trabajo producirá uvas o cardos. Pero eso de la producción es cosa suya, lo nuestro es procurar hacer bien nuestro trabajo, y supongo que tras de ello andamos todos.

Aunque ya pasó el mes de Mayo, quiero dedicar este boletín a Virgen siguiendo los temas del guión para presente curso. No podíamos olvidarnos de nuestra Madre, la mejor del mundo, porque es la que Dios eligió para madre de su Hijo, y éste nos la regaló a todos. Recojo a continuación de forma muy resumida el origen de algunas de estas devociones marianas en España..

La Señora mandó a Santa Bernadette beber y lavarse los pies en el agua de una fuente, señalándole el fondo de la gruta. La niña no la encontró, pero obedeció la solicitud de la Virgen, y escarbó en el suelo, produciéndose el primer brote del milagroso manantial de Lourdes. En las apariciones, la Señora exhortó a la niña a rogar por los pecadores, manifestó el deseo de que en el lugar sea erigida una capilla y mandó a Bernadette besar la tierra, como acto de penitencia para ella y para otros; el pueblo presente en el lugar también la imitó y hasta el día de hoy, esta práctica continúa. El 25 de marzo, a petición del párroco del lugar, la niña pregunta a la Señora ¿Quien eres?, y ella le responde: "Yo soy la Inmaculada Concepción".

Un ángel se identificó a los asombrados niños, "No teman. Soy el ángel de la Paz. Recen conmigo. "Entonces el se arrodillóo en la tierra, inclinándose hacia adelante hasta que su frente se apoyo en ésta, y rezó: " Mi Dios, Yo creo en ti, Yo te adoro y Yo te amo! Te pido perdón por todos aquellos que no creen , que no te adoran y no te aman! " El dijo este rezo por tres veces. Cuando se levantó el le dijo a los niños " Recen de esta manera. Los corazones de Jesús y María están atentos a las voces de sus suplicas " Diciendo esto, él se desvaneció.

Otro día ellos fueron sorprendidos por un brillante globo de luz revoloteando sobre un pequeño arbusto que estaba directamente en su camino. En el medio de la luz se encontraba una Señora vestida de blanco brillante, con sus manos juntas sobre su pecho en actitud de rezar; en su mano derecha ella llevaba un Rosario.

" No teman, no les haré daño!" Lucia le preguntó a la Señora de donde venia, a lo cual ella respondió,

" Yo vengo del cielo." Oído esto, Lucia le pregunto a la Señora que era lo que quería de ella. La Señora contestó,

" Vengo a solicitarte que vengas a este lugar por seis meses consecutivos, los días trece a esta misma hora. Entonces yo te diré quien soy, y que es lo que quiero. Y luego yo volveré aquí una séptima vez."

En sus apariciones en Fátima, María les dijo a los niños que solicitaran a la gente que rezaran, convirtieran sus vidas a Dios y que honraran sus apariciones allí. Durante la aparición de Julio, María les dio a los niños tres Secretos los que no debían de ser revelados sino hasta cuando ella lo autorizara. Ella también prometió un milagro al final de sus apariciones en Octubre que ayudaría a todos a creer en sus visitas a Fátima. Luego de darles los Secretos, ella dijo:

" Cuando recen el Rosario, digan después de cada misterio:! Oh mi Jesús, perdónanos, sálvanos del fuego del Infierno. Lleva nuestras almas al Cielo, especialmente aquellas que están mas necesitadas."

Históricamente se comenzó a difundir el titulo de "María Auxilio de los Cristianos" aproximadamente en el año 1558 por la Santa Iglesia.

Tres fechas marcan la historia en la divulgación universal del culto a la Santísima Virgen bajo el título de Auxiliadora de los Cristianos.

Lepanto. El 7 de octubre de 1571, durante el pontificado de San Pío V, la flota Cristiana, con el Auxilio de María, logra una victoria contra la flota de los turcos. Después de esta victoria, se propaga la invocación de "María, auxilio de los Cristianos" y de los labios de los soldados sobrevivientes de Lepanto, se difunde por toda Europa.

Viena El 12 de septiembre de 1683, durante el Pontificado de Inocencio XI, bajo el mando del rey de Polonia, Juan Sobieski, con un ejército inferior de fuerzas, confiando en la ayuda de María Auxiliadora, vence al ejército turco.

Roma El 24 de mayo de 1814, Pío VII, liberado por la intervención de María , de la prisión napoleónica, entra triunfante en Roma, y unos meses después instituyó, la fiesta de "María Auxiliadora".

San Juan Bosco: En 1815 nació en Piamonte (Italia). El estaría predestinado por Dios a difundir, la invocación y devoción a María Auxiliadora. Ella sería su inspiración para la creación de una triple familia religiosa: Los Salesianos, Las Hijas de María Auxiliadora y los Cooperadores Salesianos. Ella sería también, su maestra y su guía en el contenido espiritual de su Obra. Con los años, la invocación a María, con el título de Auxiliadora se ha extendido por todo el mundo.

Carmen viene de Carmelo, un monte situado en la población marítima de Haifa en el norte de Israel, en la zona de Galilea. Precisamente, Karmel (Carmen) significa en hebreo "jardín" y en latín "poesía". Según el relato del Primer libro de los Reyes, capítulo 18, las gentes de Haifa adoraban

en su amplia mayoría al dios pagano Baal. El profeta Elías predicaba los mensajes del Señor en aquellas tierras sin recibir demasiadas respuestas de los habitantes, y les propuso a estos que organizaran conjuntamente un sacrificio a la ladera del Monte Carmelo, cada uno rogando a su respectivo Dios, para invocar la lluvia, ya que habían estado 3 años de sequía. En primer lugar lo hicieron los partidarios de Baal, sacrificando un novillo en medio de oraciones, pero no obtuvieron respuesta. Inmediatamente Elías y sus pocos seguidores cogieron otro novillo y al cabo de pocos instantes cayó fuego sobre el altar y sonaron grandes truenos. Elías invitó a uno de sus seguidores para que subiera a la cima de la montaña y desde allí éste le dijo:

De pronto, el cielo se oscureció con nubes y viento, y cayó una lluvia abundante.

A mediados del siglo XII, un grupo de devotos de Tierra Santa procedentes de Occidente -algunos creen que venían de Italia-, decidieron instalarse en el mismo valle que sus antecesores y escogieron como patrona a la Virgen María. Allí construyeron la primera iglesia dedicada a Santa María del Monte Carmelo. Quisieron vivir bajo los aspectos marianos que salían reflejados en los textos evangélicos: maternidad divina, virginidad, inmaculada concepción y anunciación. Estos devotos que decidieron vivir en comunidad bajo la oración y la pobreza, fueron la cuna de la Orden de los Carmelitas, y su devoción a la Virgen permitió que naciera una nueva advocación: Nuestra Señora del Carmen.

. En el siglo XVIII, un Almirante mallorquín, Antonio Barceló Pont de la Terra, impulsó su celebración entre la marinería que él dirigía, y a partir de entonces la marina española fue sustituyendo el patrocinio de San Telmo por el de la Virgen del Carmen.

En Cataluña, antiguamente, las chicas rogaban con una pequeña oración a Nuestra Señora del Carmen para que les encontrara esposo rápidamente, daba igual su estatus económico, rico o pobre: Esta era su oración: "Mare de Déu del Carme, doneu-me un bon marit, sia pobre, sia ric, mentre vingui de seguit". También la tenían como patrona los ya desaparecidos serenos (policía nocturna) de Bar

La tradición de la Virgen del Pilar, tal como ha surgido de unos documentos del siglo XIII que se conservan en la catedral de Zaragoza, se remonta a la época inmediatamente posterior a la Ascensión de Jesucristo, cuando los apóstoles predicaban el Evangelio. Se dice que Santiago el Mayor había desembarcado en la Península por el puerto de Cartagena, lugar donde fundó la primera diócesis española, predicando desde entonces por diversos territorios del país. Los documentos dicen textualmente que Santiago "llegó con sus nuevos discípulos a través de Galicia y de Castilla, hasta Aragón, donde está situada la ciudad de Zaragoza, en las riberas

del Ebro. Allí predicó Santiago muchos días y, entre los muchos convertidos eligió como acompañantes a ocho hombres, con los cuales trataba de día del reino de Dios, y por la noche, recorría las riberas para tomar algún descanso".

En la noche del 2 de enero del año 40, Santiago se encontraba con sus discípulos junto al río Ebro cuando "oyó voces de ángeles que cantaban Ave María, Gratia Plena y vio aparecer a la Virgen Madre de Cristo, de pie sobre un pilar de mármol". La Santísima Virgen, que aún vivía en carne mortal, le pidió al Apóstol que se le construyese allí una iglesia, con el altar en torno al pilar donde estaba de pie y prometió que "permanecerá este sitio hasta el fin de los tiempos para que la virtud de Dios obre portentos y maravillas por mi intercesión con aquellos que en sus necesidades imploren mi patrocinio". Desapareció la Virgen y quedó ahí el pilar. El Apóstol Santiago y los ocho testigos del prodigio comenzaron inmediatamente a edificar una iglesia en aquel sitio y, antes de que estuviese terminada la Iglesia, Santiago ordenó presbítero a uno de sus discípulos para servicio de la misma, la consagró y le dio el título de Santa María del Pilar.. Esta fue la primera iglesia dedicada en honor a la Virgen Santísima. La Basílica del Pilar, en Zaragoza, constituye en la actualidad uno de los santuarios marianos más importantes del mundo, y recibe continuas peregrinaciones. Ante la Virgen han orado gentes de todas las razas, desde las más humildes, hasta los reyes y gobernantes más poderosos, e incluso pontífices

El 27 de noviembre de 1830. La Virgen Santísima se apareció a Santa Catalina Labouré, humilde religiosa vicentina, y se le apareció de esta manera: La Virgen venía vestida de blanco. Junto a Ella había un globo luciente sobre el cual estaba la cruz. Nuestra Señora abrió sus manos y de sus dedos fulgentes salieron rayos luminosos que descendieron hacia la tierra. María Santísima dijo entonces a Sor Catalina. "Este globo que has visto es el mundo entero donde viven mis hijos. Estos rayos luminosos son las gracias y bendiciones que yo expando sobre todos aquellos que me invocan como Madre. Me siento tan contenta al poder ayudar

a los hijos que me imploran protección. ¡Pero hay tantos que no me invocan jamás! Y

muchos de estos rayos preciosos quedan perdidos, porque pocas veces me rezan". Entonces alrededor de la cabeza de la Virgen se formó un círculo o aureola con estas palabras: "OH María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a tí".

Comencemos el nuevo curso con ánimo renovado , y con el propósito de trabajar en la extensión del reino de Dios como se nos aconseja en los Evangelios.

Con frecuencia al comienzo de curso hacemos el propósito de aumentar nuestro Movimiento atrayendo a nuestras filas algún compañero más. Sin abandonar tal propósito, yo os sugiero que este curso cambiemos trabajemos en primer lugar por la extensión del Reino del Dios, tanto entre los mayores como entre los jóvenes y los niños, y tanto si vienen como si no vienen a nuestra filas. No tenemos que marcharnos a misiones, ni salir que salir a la calle. Basta conque lo hagamos en nuestro entorno familiar y social.

Anunciemos el Reino de Dios con la palabra, con los hechos y con los gestos, pensando que:

No podremos anunciar bien el reino de Dios si no lo conocemos bien. No podremos conocerlo bien si no nos formamos bien

Una vez bien formados debemos anunciarlo de forma que sea creíble lo que anunciamos por quien nos vea y nos escuche.

No podremos anunciarlo de forma creíble si no conocemos bien lo que tenemos que anunciar, y cómo tenemos que hacerlo.

No nos contentemos con dar testimonio de buenas personas. Eso también lo hacen los ateos. Demos testimonio de buenos cristianos.

Tomemos en serio la formación con la asistencia constante a las reuniones de grupo, y asistamos a cualquier reunión de tipo formativo que esté a nuestro alcance; tenemos que estar al corriente de lo que pasa a nuestro alrededor.

No nos limitemos a seguir el Guión en estas reuniones. Comentemos nuestras propias experiencias religiosas y las noticias de actualidad que nos sitúan en el mundo de hoy, y analicemos cómo podemos actuar en este mundo para dar mayor gloria a Dios. Jesús Hernández Criado, Presidente

En estos tiempos en los que muchos luchan por desterrar a Dios de la sociedad negando su existencia e impidiendo la enseñanza de la religión en los colegios, necesitamos permanecer fuertes en la fe convencidos de que nuestras creencias están en la verdad. Este convencimiento no puede provenir de un fundamentalismo ciego basado en la ignorancia, sino de razonamientos basados en argumentos lógicos y en nuestras propias experiencias de la vida. ¿Existen los milagros? Hoy vemos que con frecuencia el Papa está canonizando santos. Para que tal canonización pueda llevarse a cabo es preciso que haya constancia fidedigna que han hecho algún milagro.

Ocurrió en San Cristóbal de la Cuesta. Aquí, bien cerca de Salamanca, tuvo lugar el milagro que ha servido para la beatificación del Padre Hoyos. Mercedes Cabezas comenzó a enfermar a los quince años de lo que los médicos diagnosticaron como «tisis manifiesta», que se fue agravando con el tiempo hasta desembocar en una tumoración maligna en el intestino y en los ovarios, de los que fue operada sin éxito. Al tercer día del rezo de la tercera novena al Padre Hoyos en la madrugada del 21 al 22 de abril de 1936, la familia aceptó como inevitable la muerte de Mercedes «porque estaba muy, muy grave». Mercedes agonizaba-El doctor del pueblo, Don Felipe, acudía a las cinco de la mañana a la llamada de la familia, esperando ya el fatal desenlace, así como el párroco Don Adolfo que dio a la enferma la Santa Unción..

«Recuerdo a mis hermanos mayores y a mi padre -relata su hermana Carmen- en la habitación en la que se encontraba Mercedes», y también «la recuerdo a ella, estaba con un aspecto cadavérico, amarilla y blanca a la vez, muy demacrada y fría. «Mi padre mandó a mi hermano que le cerrara un ojo que se le había quedado abierto porque creían que había muerto, entonces ella contestó: no padre no he muerto. Estoy curada. Dios existe». Y así y ante el asombro de los presentes, entre ellos el del doctor, se levantó de la cama dando gracias a Dios y «cambió su color de cara por una gran sonrisa, que hizo que todos nos quedáramos extasiados».

Ante la estupefacción de los presentes, Mercedes se sentó en la cama en la que había permanecido postrada durante muchas semanas a causa de un gran tumor de «más de 5 kilos que tenía en el estómago», que desapareció por completo, y comenzó «a hablar con Jesucristo y a cantarle el Amor de los Amores».

Tras su curación Mercedes fundó en Santander la Congregación de Operarias Misioneras del Sagrado Corazón. Allí murió el 30 de septiembre de 1993. Hoy tiene abierta una causa de canonización por su vida de santidad. Estos son los hechos contados por quienes los vivieron, algunos de cuales viven hoy todavía. ¿Tu crees que eso fue un milagro? Todos ellos así lo creen, y por la forma de contarlo, yo, que soy poco dado a creer en los milagros, también lo creo, y si hay milagros será porque Dios existe, porque sino ¿Quién los hace?

La resurrección de Cristo. Para nosotros, los cristianos, el gran milagro es el de la resurrección de Cristo con una naturaleza distinta a la que había tenido en vida. ¿Crees firmemente que esto fue así? Quienes lo vieron dieron testimonio de ello con su vida. JHC

Copio a continuación parte del artículo publicado en la Revista de Vida Ascendente Núm. 170 que edita nuestro Movimiento en Madrid. Este artículo es un resumen de la homilía que pronunció Monseñor Gerardo Melgar, Obispo de Osma-Soria en la Concentración Regional que Palencia. Dice así:

Todos hemos recibido del Señor el encargo de «ir por el mundo entero y predicar el evangelio a todas las gentes». Esto es algo para lo que no nos jubilamos nunca. Vuestra rica experiencia cristiana no puede ser algo que guardéis para vosotros mismos y no comuniquéis a los demás. El mundo entero, la sociedad actual, vuestras propias familias, necesitan que sigáis siendo testigos de vuestra fe en esos ambientes.

A nivel de fe, la Iglesia sigue contando con vosotros, vuestras familias necesitan, tal vez hoy más que nunca que sigáis siendo testigos de vuestra fe, con vuestros hijos a los que tratasteis de educar en la fe y que tantas veces han olvidado los caminos y que les enseñasteis y siguen necesitando de vuestra vida, de vuestra experiencia creyente que les siga haciendo entender que Dios es alguien muy importante para vosotros y para ellos.

Hoy los abuelos estáis siendo los verdaderos educadores en la fe de vuestros nietos, no dejéis esa tarea tan importante, porque gracias a vosotros vuestros nietos van a aprender a rezar y a saber quién es Dios. Seguid siendo auténticos apóstoles en medio de vuestras propias familias. Para ello tratad siempre de vivir plenamente aquello de lo que estáis convencidos. Seguid siendo testigos de la fe para vuestros hijos. Tened en cuenta que nunca se olvida lo que se han visto vivir en los padres. Vuestro testimonio de fe va a ser la mejor herencia que podéis dejar a vuestro hijos y nietos.

Cultivad vuestra amistad, apoyaos los unos en los otros y todos en Dios para saber vivir esta etapa de vuestra vida llena de fecundidad espiritual y respondiendo a lo que la Iglesia y el mundo necesita de vosotros. Hasta aquí parte de lo dicho por Mons. Gerardo.

Añado ahora una anécdota muy en línea con estas recomendaciones contada por Mons .Javier Salinas, Obispo de Tortosa, en una Conferencia dada en Salamanca sobre el catecumenado de adultos. Contaba este Monseñor que en cierta ocasión le pidió ser bautizada una joven rusa de 24 años. Preguntada sobre qué es lo le movía a pedir el bautismo contestó que siendo niña, ocho o diez años, vivía en Rusia con su abuela, y mientras ella hacía los deberes del colegio veía que la abuela encendía velas, las ponía junto a un icono que tenía en una hornacina, se santiguaba varias veces y parecía que hablaba con alguien. Ella pensaba que tras el icono o tras esa hornacina habría alguien con quien hablaba la abuela. Por aquellos años en Rusia había desaparecido todo rastro de religión y ella no había oído hablar nunca de Dios ni de religión. Al entrar en contacto con países religiosos supo que aquel icono de su abuela era de el de la Virgen, y se interesó por conocer el significado de lo que hacia su abuela, y después de indagar sobre Dios y las religiones decidió hacerse católica y bautizarse. Estamos aquí ante un apostolado de gestos. Con nuestros gestos, al igual que con nuestras palabras, estamos siempre haciendo apostolado, positivo o negativo, aunque no nos demos cuenta de ello, porque siempre habrá alguien que se fije en lo que hacemos, y tratará de imitarnos o de rechazar lo que vea en nosotros. De ahí la importancia de vigilar siempre nuestros comportamientos. (jhc)

Mons. Héctor Aguer, Arzobispo de La Plata, en su reflexión televisiva semanal en el programa "Claves para un Mundo Mejor", denunció que en la ONU imperan ideologías contrarias al ser humano y su dignidad. En nombre de los derechos humanos, alertó, no respetan los derechos fundamentales de las personas, como la vida y la familia. El Prelado se refirió a los "cambios culturales que se están produciendo en Argentina mediante "la intromisión de ideas totalmente ajenas a la tradición cultural del país".

Todos conocemos los cambios que se han producido en nuestra sociedad desde hace unos pocos años hasta hoy, y todos vemos como poco a poco han ido desapareciendo las costumbres tradicionalmente católicas para dar paso a otras paganas. ¿Dónde se cuecen estos cambios? Monseñor Hector dice que en la ONU. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) es la mayor organización internacional con casi 200 países miembros Se define como una asociación de gobierno global en el mundo que facilita la cooperación en el derecho internacional, y en el desarrollo económico y social, así como en los asuntos humanitarios y los derechos humanos. Podemos decir que la Internacional Socialista, de acuerdo con la ONU son los dos grandes organismos internacionales que están promoviendo este nuevo orden social que consiste en erradicar a Dios de la Sociedad y sustituirlo por las mayorías democráticas.

Estos dos organismos de influencia mundial tratan de imponernos una nueva religión, la suya. Es una religión sin Dios, donde son las mayorías democráticas las que deben decidir que es lo que puede hacerse y lo que no. Para ellos la religión es algo particular de cada persona, y las particularidades de las personas deben someterse a los acuerdos de las mayorías. Este es el primero y principal dogma de la nueva religión. Es un poco el principio griego, según el cual el pueblo es el soberano, y el buen gobernante aquel que con su retórica es capaz de encandilar al pueblo para llevarlo por donde a él le conviene.

Hoy, mientras los católicos andamos atareados en extender nuestros rezos y nuestras devociones ancestrales, los socialista van directos a la cabeza. Su ataque principal va dirigido contra la existencia de Dios, porque saben que quitando a Dios solo quedan los gobernantes como dueños absolutos del poder. Quitando a Dios, la Iglesia y la religión caerán por si solas. Su estrategia es ir dando pasitos poco a poco, y ya tienen mucho andado. Por de pronto ya han conseguido desestructurar la familia, que es el principal centro transmisor de la idea de la existencia de Dios .

Hace bien Monseñor Héctor en alertarnos sobre éstas maniobras que van eliminando de forma lenta, pero segura, nuestros valores cristianos, sustituyéndolos por ideologías laicistas al albur de los gobernantes de turno. JHC

Los grandes descubrimientos de los últimos años nos han llevado a una nueva forma de entender la vida. Esto nos obliga a los mayores de 60 años a reciclar nuestros conocimientos si queremos transmitir a los mas jóvenes una fe creíble y unos valores cristianos que le sirvan para hacer una sociedad mas humana.

¿ES DIOS UNA HIPÓTESIS INNECESARIA EN NUESTROS DIAS? Por Jesús Hernández Criado

Cualquier persona medianamente culta y preocupada por lo que ocurre en el mundo actual, habrá oído hablar de las opiniones que publica el científico Stefan Hawking sobre Dios en su libro The Grand Desing. Según este científico Dios no ha creado el mundo sino que este se ha creado él solito de la nada por medio de las leyes físicas.

Ante esta afirmación hecha por tan relevante personalidad muchos se apresuran a afirmar que Dios no existe, que tan solo es una idea que se transmite sin fundamento de generación en generación. En defensa de su tesis aducen, entre otras cosas, los diferentes conceptos que sobre Dios han sostenido los hombres a través de los tiempos. Según sus tesis eso indica que Dios no ha creado al hombre sino que somos nosotros los que vamos creando dioses diferentes a medida que aumentan nuestros conocimientos. Dios, según esta hipótesis, es solo una idea que está en la mente del hombre, pero que no se corresponde con ninguna realidad.

Desde lo que yo percibo, Dios es una realidad que supera al hombre, lo que hace que éste no pueda comprenderlo, ni con los conocimientos de antes ni con los de ahora. Al no tener capacidad para comprenderlo solo podemos imaginarnos cómo pueda ser esa realidad. Esa es la razón de que cambie nuestra idea sobre cómo pueda ser Dios, pero con esto no estamos creando nuevo un nuevo Dios, estamos cambiando lo que pensamos sobre el Dios que aceptamos como una realidad existencial. Este es un hecho que ocurre con normalidad en la vida de los hombres cuando estamos ante hechos que nos rebasan. Sobre nuestro Universo los científicos han elaborado teorías muy dispares según los conocimientos del momento y no por ello decimos que los científicos vayan creando universos diferentes, o que el universo no existe. El Universo es el mismo en todos los tiempos, la explicaciones sobre el mismo serán cambiantes mientras no consigamos abarcar todo su conocimiento. Lo mismo ocurre cuando nos referimos a Dios.

¿Por que sostenemos que Dios es una realidad si no podemos probar su existencia? Generalmente cuando se nos pide una prueba sobre la existencia de Dios se nos está pidiendo a una demostración de tipo científico, y esta demostración no entra en los esquemas de la ciencia, porque Dios, inmaterial, esta fuera de los límites abarcables por la ciencia. Pero debemos saber que no sólo existe lo que se puede probar científicamente por medio de telescopios y probetas de laboratorio; las cosas y los seres existen independientemente de alguien pueda probar o no su existencia; de hecho existen muchos seres sin que nadie pueda probar nada sobre ellos. Al conocimiento de las cosas no solo llegamos por la ciencia, hay otros caminos que nos llevan a ese conocimiento, tales como la deducción lógica de nuestros razonamientos, o el testimonio de otros. Santo Tomás en su día daba cinco vías para llegar al conocimiento de Dios, yo voy a reseñar aquí solamente tres que a mi me valen:

a) Por deducción lógica relacionando entre sí los conocimientos científicos que hoy conocemos. Analizando tanto el macrocosmo con sus leyes exactísimas para que todo funcione a la perfección, como analizando el microcosmo con su complejidad no parece que haya margen para pensar que todo eso haya sido producido por el azar. A esta conclusión no solo llegamos los creyentes, también ha habido científicos ateos que se han hecho creyentes después de reflexionar sobre esto.

Con este titular publicaba EL MUNDO el viernes pasado, día 19 de Noviembre, un artículo que copiamos a continuación a modo de información sobre lo que está pasando con la Basílica del Valle de los Caídos. Mientras los cristianos nos dedicamos a dormitar en nuestros rezos, rutinarios esperando que el Espíritu Santo se enfrente a los enemigos de nuestra fe -que los hay, y muchos - éstos se dedican a torpedear sibilinamente nuestros templos, nuestras creencias, y nuestras tradiciones.

Vean lo que quieren hacer algunos con la Basílica del Valle de los Caídos. Dicen que en nombre de la memoria histórica, yo diría que más bien para borrar la historia de nuestra memoria.

"Mañana 20 de noviembre, día de los aniversarios de las muertes de Francisco Franco y José Antonio Primo de Rivera, ha sido la fecha que han elegido dos colectivos por la memoria histórica para celebrar una concentración frente al Valle de los Caídos en la que, entre otras cosas, se pedirá la voladura de la gran cruz que preside la basílica en la que están enterrados el dictador y el fundador de la falange.

Los organizadores son el Foro por la Memoria de la Comunidad de Madrid y el Foro Social de la Sierra de Guadarrama, que consideran que "la gran cruz, símbolo de muerte y venganza" debe ser desmantelada», y proponen su «voladura controlada, como culminación de un gran acto público nacional de desagravio a las víctimas del franquismo», informa Efe.

Los colectivos por la memoria consideran que el Estado no puede permitir que se siga manteniendo un monumento que fue construido tras la Guerra Civil mediante el trabajo de cientos de presos políticos, ya que consideran que es el símbolo de la victoria del bando nacional en el conflicto y de la represión ejercida por la dictadura de Franco.

Ayer mismo, poco después de difundirse la convocatoria de la concentración, se supo que la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica ha remitido una carta al Presidente .del Gobierno, en la que precisamente le pregunta hasta cuándo el Estado va a obligar a las víctimas del franquismo a sostener con -entre otras fuentes sus impuestos- el Valle de los Caídos. Las peticiones de estas asociaciones incluyen también la desacralización de la Basílica, que los monjes benedictinos que la atienden sean trasladados y que los restos mortales de Franco y de Primo de Rivera sean exhumados y entregados a sus familias.

Para estos foros, el Valle de los Caídos no debería ser un monumento religioso de homenaje a la dictadura, sino un «memorial [sin cruz] dedicado a las víctimas del fascismo y a los presos políticos que lo construyeron».

Hasta aquí lo dicho en este artículo. Los monjes que cuidan de la Basílica dicen que el Gobierno presentó varios proyectos para reparar la Iglesia y las esculturas, proyectos que fueron reprobados por más de siete técnicos, pero a pesar de ello comenzó la reparación y ha dañado algunas obras de arte, entre ellos la Piedad, que ha quedado en muy mal estado. Esto demuestra —dicen los frailes- "que si se procede a su desmantelamiento completo, como quería el Gobierno, la obra se habría destrozado. ¿Era ese su propósito? Hoy el Gobierno no permite la entrada en la Iglesia. Dicen que por motivos de seguridad de las obras, pero lo cierto es que están abriendo tumbas. ¿Qué turbios manejos se trae el Gobierno con esta Basílica? ¿Pretenderá hacerla desaparecer como le piden sus huestes?