BOLETINES V.A.  GRUPO   4  AÑOS 2008 A 2009

INDICE                                                                     Num boletin

Nuevo  curso 2008/9 .....................................................     91

El reino de Dios ...............................................................     91

Las dos Iglesias ................................................................     92

La conversión una llamada apremiante ...........................      92

A los animadores y miembros de Vida Ascendente ........      93

Las tentaciones de Jesús................................................... .    93

Amaros como yo os he amado .........................................     94

Lo que podemos desde Vida Ascendente ....................... .    95

El perdón y la misericordia ..............................................     95

Existe Dios? .....................................................................     96

La cruz signo de amor y no de sufrimiento ........................      96

Buscar la verdad ...............................................................     97

Para que sirven los curas? .................................................     97

Un hombre ha resucitado ..................................................     97

Situación de la religión en España ....................................     98

Apostolado del testimonio ................................................     98

María la madre de Jesús ...................................................     99

Libro de los Hechos ..........................................................     99

            

NOTA: PARA VER LOS TEMAS DESPLAZAR LA PAGINA HASTA ENCONTRAR EL NUMERO BUSCADO

BOLETÍN 91.- COMIENZO DE CURSO 2008/9.

                               SALUDO DEL PRESIDENTE

Ya se ha hecho norma que al comenzar el curso, bien el Presidente, o el Consiliario, o los dos, se dirijan a todos los miembros del Movimiento para desearles un feliz y provechoso curso dentro y fuera de nuestras actividades apostólicas. Este curso lo hago yo desde este Boletín, y esperamos que nuestro Consiliario, "Don Rafa", pueda hacerlo el día de la inauguración desde su homilía habitual en la eucaristía .

Me parece oportuno empezar con una reflexión que considero apropiada no solo para principio de curso, sino durante todo el tiempo que militemos en este Movimiento. Los miembros de Vida Ascendente no somos cristianos de a pie, somos, por elección propia, cristianos comprometidos con una misión específica muy importante dentro de la Iglesia, la de llevar el evangelio actualizado a los mayores. Muchos piensan que dos mayores ya no necesitamos la evangelización, porque, dicen, ya estamos demasiado evangelizados, pero no es así. Cien años practicando los mismos ritos y los mismos gestos pueden hacer que convirtamos las prácticas religiosas en actos en rutinarios, y la rutina acaba por quitar el sentido de por qué se hace lo que se hace El evangelio ha sido explicado de diversas formas y maneras según las distintas épocas para que sirva de luz en esa época concreta. Los tiempos actuales son diferentes de los que hemos vivido hasta ahora, y necesitamos una lectura de los evangelios que ilumine los conocimientos y las costumbres actuales de la gente de hoy. Trabajar en adquirir esa formación actualizada y difundirla entre los mayores esa es la misión que la Iglesia nos encomienda a los miembros de Vida Ascendente.

Nosotros, los viejos,    a los que nos da miedo este nombre y nos

autodenominamos mayores para huir de nuestra realidad, no somos el pasado. Formamos parte del presente, y en cuanto estamos en el presente estamos contribuyendo a configurar el futuro, un futuro que nosotros no viviremos ciertamente -lo vivirán los jóvenes -pero lo vivirán incorporando a sus vidas muchas cosas que hayan aprendido de nosotros, de nuestros aciertos y de nuestros yerros. Todos tendemos a coger de los otros lo que nos parece bueno, y a evitar los que creemos malo o inútil. Nuestros hijos y nietos, que son el futuro, tomarán de nosotros lo que vean bueno, y desecharán lo que vean malo o inútil para ellos, y esto aunque seamos viejos.

Los mayores tenemos el deber y la responsabilidad de mostrar a los jóvenes cual es el verdadero sentido de la vida, haciéndoles caer en la cuenta de que hay actos que son apetecibles, pero que dejan una vida vacía, mientras que otros, quizá menos apetecibles, la llenan de satisfacciones duraderas. Enseñar esto con la palabra y el ejemplo será nuestro mejor apostolado.

Un saludo, y buen ánimo para este curso que comenzamos

Jesús

             TEMA DEL MES: EL REINO DE DIOS (Sigue Boletín 91)

 Cristo dijo a sus discípulos: "Buscad primero el Reino de Dios y su

justicia, y todo lo demás se os dará por añadidura". Pero ¿qué es el

Reino de Dios? Es sencillamente el REINO DEL AMOR. Donde reina el amor hay justicia, paz, amistad, tolerancia, igualdad, armonía,  respeto a los derechos de todos, alegría, y todo lo que los hombres necesitamos para una convivencia feliz. Donde hay amor está el reino de Dios. Los progresistas de hoy quieren imponer la solidaridad, la igualdad y todas estas cosas a base de decretos y de leyes, pero el amor no puede imponerse con leyes. Jesús nos trajo la receta: Yo soy el camino, la verdad y la vida, y el secreto está en imitarle,..

El proyecto de vida que nos propone Jesús no es un proyecto de muchas prácticas religiosas, mas bien es un proyecto de oración y de práctica del amor. Eso es lo que Él hizo en su vida mortal. La Religión sólo tiene sentido cuando está al servicio del Reino de Dios, al servicio del amor a Dios y del amor entre los hombres. El centro de la vida del hombre no son las prácticas religiosas, sino la práctica del amor: del Amor a Dios y a los hombres. Sólo así se entiende que Jesús conviviera pecadores, prostitutas y gente proscrita por la clase "Vip". Pero Jesús no fuerza a nadie a seguirle, respeta incluso a aquellos que a los ojos de la selecta clase social no merecían su respeto.

El reino de Dios es la negación del sistema actual, donde prima lo material sobre lo espiritual. Frente a este sistema actual basado en la competitividad y en la dominación del poderoso sobre el que no tiene poder, Jesús proclama que Dios es Padre de todos por igual. Y si es Padre de todos, eso quiere decir que todos somos hermanos, iguales y solidarios los unos de los otros. Además, en toda familia bien avenida, si a alguien se privilegia, es precisamente, al menos favorecido y al mas indefenso. He ahí el ideal de lo que representa el Reino de Dios en la predicación de Jesús.

La explicación de lo que es el Reino de Dios la tenemos en dos parábolas hermosas: Una la del Hijo prodigo, o del Padre misericordioso y lleno de amor por el hijo perdido, y la otra la del buen samaritano, donde Jesús nos explica gráficamente que es lo debemos hacer para que el reino de Dios sea una realidad entre los hombres.

A todos, y en especial a los que hemos optado por practicar el apostolado, nos dice cual debe ser nuestra forma de ejercerlo: Practicando del amor, como el padre al hijo pródigo y el samaritano al enfermo del camino. Practicar amor con todos, conocidos y extraños, sabiendo que amor es sacrificio y renuncia en favor del necesitado. El buen samaritano "perdió" parte de su tiempo atendiendo al enfermo del camino, y "perdió" parte de su dinero pagando para que lo atendieran en la posada Y sufrió la incomodidad de caminar a pié mientras cedía la cabalgadura al enfermo desconocido. Amor es eso, sacrificio por el amado, y eso es lo que predicó y practicó el Maestro

En opinión de muchos este buen samaritano "hizo el primo" perdiendo tiempo y dinero en atender a alguien que no conocía, y que jamás podría devolverle los favores que le hacía, pero en opinión de Cristo no es así: "Pues anda, haz tu otro tanto", nos dice, haz lo que hizo el buen samaritano, y estarás contribuyendo a crear el Reino de Dios entre los hombres.

                              BOLETÍN 92.-     CURSO 2008/9

                                         LAS DOS IGLESIAS

Querámoslo o no, lo reconozcamos o no, hoy convivimos en España, y quizá en todo Occidente, dos Iglesias de Cristo con creencias diferentes. Por un lado está la oficial, la que frecuenta los templos y sigue las directrices de su jerarquía, y por el otro está esa otra Iglesia no oficial, pero que cada vez cuenta con un mayor número de fieles -¿o sería mejor decir de infieles?- que confiesan creer en Dios y en Cristo, pero no en los curas ni en los evangelios, que además se confiesan creyentes no practicantes, y que piden que se enseñe religión a sus hijos, y hasta piden los sacramentos para ellos o sus familiares. ¿Qué ha ocurrido y que está ocurriendo para que esto sea así? ¿Por qué esas gentes no van a la Iglesia? ¿Ha fallado la jerarquía católica que no ha sabido atajar el problema, hemos fallado los cristianos que no hemos sabido dar ejemplo de coherencia en nuestras creencias, es la ciencia que aleja a los hombres de la fe,   o es el vivir hedonista de nuestra sociedad que nos lleva a considerar que el fin del hombre en la tierra es el triunfo de la fama, del poder y del dinero para disfrutar cuanto más mejor aquí y ahora, ya que se nos dice que no hay otro lugar fuera de nuestro universo, ni un después de la muerte?.

Puede que no sea una sola causa la que está alejando a los hombres de las iglesias, sino el conjunto de todas ellas, pero todas tienen un punto en común: el desconocimiento de cómo se entiende hoy la religión. Muchos que en su época de formación recibieron enseñanzas religiosas no han actualizado sus conocimientos y siguen con aquellas nociones que le dieron de religión, hoy rebatidas y adulteradas por los medios de comunicación habituales.

Hace unos días recibí un e-mail con un ppt que me envió una compañera nuestra. En él una nieta pregunta a su abuela por la edad que tiene. La abuela le viene a decir: Pues verás: Yo nací antes de la radio, antes de la TV, y antes de las vacunas de la polio. Tampoco había fotocopiadoras, ni ordenadores, ni tarjetas de crédito, ni teléfonos móviles, ni tractores para labrar el campo ni cosechadoras para recoger las cosechas. En las casas no había lavavajillas, ni secadoras, ni frigoríficos, ni tan siquiera bolsas de plástico. Las mujeres de entonces conocíamos la diferencia de sexos, pero creíamos que era necesario tener un marido para tener hijos, y se nos enseñaba que el matrimonio estaba formado por un hombre y una mujer, y creíamos que todos los niños tenían una mamá un papá, no como ahora que algunos tienen dos papás y ninguna mamá, o viceversa. ¿Cuántos años crees que puedo tener, hija mía? ¡Uf!, lo menos cien, dijo la nieta. No amor mío, contestó la abuela, solo sesenta.

¿Con todos estos cambios podemos seguir enseñando hoy la religión como se nos enseñó a nosotros?

 LA CONVERSIÓN, UNA LLAMADA APREMIANTE

                           (Sigue boletín 92)

Cuando Cristo empezó a predicar empezó con estas palabras: Convertios, el reino de Dios está llegando. Desde entonces nos la repite con frecuencia la Iglesia a los fieles, y especialmente en el rito del Miércoles de Ceniza. ¿Lo recordáis? Nos parece lógico que Cristo empezara diciendo a los fariseos y publicanos que se convirtiesen, pero nosotros ¿de qué tenemos que convertirnos?. ¿No somos ya cristianos de toda la vida?. Convertirse, como se dice en el guión de este mes, suena a cambiar algo que no estamos haciendo bien y y a intentar hacerlo mejor.

¿Estamos haciendo algo mal nosotros? ¿Hay en nosotros algo que debamos mejorar? Esta es la primera reflexión que debemos hacer con relación al tema de la conversión.

En la exposición que hace el guión nos invita a entrar en nuestro interior: "Convertirse es bajar a nuestro interior profundo y oscuro... para descubrir y reconocer los errores, las incoherencias, y los engaños".

Pero ¿cómo descubrir esos errores, esas incoherencias y esos engaños que nos hacemos a nosotros mismos? Tal vez los de fuera ríos ayuden a entrar dentro de nosotros mismos. Nos dicen que los que vamos a misa no somos mejores que los que no van; que los que nos llamamos católicos hacemos nuestras practicas de forma rutinaria; que fallamos en el amor al prójimo y en el cumplimiento de nuestras obligaciones, y que creemos sin saber dar razones lógicas de nuestra fe. ¿Se nos podrían hacer a nosotros alguna de esas acusaciones? ¿Nos engañamos a nosotros mismos cuando nos decimos que no, que nosotros no somos de esos?

"Dejad el camino fácil, elegido según la comodidad y el capricho. Emprended el camino del esfuerzo, de la «cuesta arriba». Abandonad el culto rutinario y vacío. Penetrad en la profundidad del misterio de Cristo, que viene hoy y salva hoy. Dejad la hipocresía, los gestos aparentes, el engaño y la mentira. Abandonad el miedo y romped las ataduras de falsas seguridades. Dejaos llenar por el amor. Gustad la novedad que recrea y pone en pie la dignidad de la persona". (Comienzo de tema del tema 2 guión)

Para que haya deseo convertirse a una vida mejor hay que empezar por tener conciencia de que hay otra forma de actuar mejor que lo que estamos haciendo. El hijo prodigo salio de su estado de pobreza porque conocía otra vida más digna y mejor que la que llevaba cuidando cerdos, y porque confió que en el amor de quien podia ayudarle a salir de su estado de pobreza.

Para convertirnos, el primer paso es reconocer en qué fallamos; el segundo querer evitar esos fallos, y el tercero poner manos a la obra para evitarlos, y esto es recomendable tanto a nivel personal como a nivel de grupo.. J.H.C

 

                    BOLETÍN 93.-     CURSO 2008/9

A LOS ANIMADORES Y MIEMBROS DE VIDA ASCENDENTE

En primer lugar agradecer vuestra asistencia a la última reunión de animadores y el interés con que acogéis los temas de nuestras reuniones. Quienes asististeis a la reunión del día 14 de Nov., recordaréis que quedaron puntos sin tratar por falta de tiempo. Ya vi que muchos os quedasteis con las ganas de decir -luchas cosas sobre los temas planteados, pero era imposible alargar más la reunión. Visteis como a

`-consecuencia de haber sobrepasado el horario previsto dejamos casi sin tiempo para comer a nuestro Consiliario.

Como creo que tenéis muchas cosas interesantes que decir, y la Comisión necesitamos escuchar esas opiniones, y más las que difieran de nuestros planteamientos, se convoca otra reunión para el 16 de Diciembre a las 11 menos cuarto, para que nadie se quede con las ganas de hablar. La moderará la Vicepresidenta, aunque yo asistiré también, y terminará a las 12, y a continuación tendremos la misa de Adviento. Ya sabéis que todos los años tenemos una misa para preparamos a recibir la Navidad. Este año la misa de adviento será el 16 de Diciembre a las 12 en la Iglesia de San Marcos. Comunicarlo a los miembros de vuestro grupo.

El objeto de la reunión, como sabéis, es opinar sobre la formación que debe darse en Vida, pensando no solo en vuestro grupo, sino en todos los grupos y en todas las personas, los más mayores y los menos mayores. Todos sabemos que el apostolado se puede ejercer de muchas maneras. Hay apostolado de la oración, apostolado de ayuda o prestación de servicios, apostolado con el buen ejemplo, y también apostolado de transmisión de conocimientos. Enseñar al que no sabe también entra en hacer apostolado, y hoy es una necesidad de hacer este apostolado entre los propios cristianos, pero claro, para enseñar primero tenemos que tener las ideas claras sobre lo que tenemos que enseñar.

Hoy hablamos mucho de hacer apostolado con el testimonio. Desde mis experiencias de viejo percibo que arrastra más el testimonio del sabio que el del ignorante, aunque el del ignorante sea muy religioso y el sabio un ateo. Una persona culta invita a ser imitado, mientras que una persona ignorante, aunque sea muy buena, solo invita a la compasión. Necesitamos la formación integral. Creo que no podemos encerrarnos en el solo conocimiento del evangelio y en nuestros rezos. Con esto podemos estar haciendo cristianos muy religiosos, pero ignorantes, y así nuestra labor apostólica no puede dar muchos frutos. No olvidemos que un cristiano ignorante puede dar mal ejemplo con sus muchos rezos, o sus expresiones religiosas, cuando éstos se acercan más a superstición que a la racionalidad, y, desgraciadamente de esto hay mucho, y de ahí el sambenito que nos han colgado a los cristianos de gente ignorante.

Yo os pregunto: ¿De veras creéis que porque a algunos de nuestros mayores le suenen a chino los nuevos conocimientos que configuran nuestra sociedad actual, debemos prescindir de hablar de esos conocimientos en nuestras reuniones? ¿Creéis que la formación que se de en nuestros grupos debe ser igual para las personas que por su avanzada edad tienen ya muy mermadas sus facultades físicas y mentales que para esas otras que todavía están en plenas facultades físicas y mentales? Si formásemos algún grupo interparroquial en el que se diera formación para reciclar nuestros conocimientos religiosos teniendo en cuenta los  conocimientos actuales, ¿os apuntaríais o se apuntarían a es curso alguno de vosotros o de vuestro grupos?

Sobre estas cosas es sobre las que quiero que deis vuestra opinión en la próxima reunión después de meditarlas bien, y pensando no solo en lo actual, sino también en el futuro de Vida Ascendente. Personalmente tengo la impresión de que dedicamos el tiempo solo a la formación religiosa, y descuidamos la formación integral de la persona, y esto, pienso, no es bueno ni para la Iglesia, ni para nuestro Movimiento, ni para nosotros mismos.

Os espero a todos en la reunión del día 16 para que resumáis vuestras intervenciones sobre estos temas.

Jesús, Presidente

                                         SIGUE BOLETÍN 93

TEMA 3.- LAS TENTACIONES DE JESÚS. ¡Y DE TODOS LOS HOMBRES!

Una tentación es un impulso que nos induce a hacer algo. Si nos induce a hacer algo malo estamos hablando de una tentación pecaminosa, que generalmente es de las que más hablamos. La tentación se produce en el momento que tenemos que elegir entre dos opciones, y elegimos lo que nos gusta aunque sepamos que nos hace mal.

Primera tentación de Jesús: Esta tentación la hemos sufrido todos alguna vez, la de pedir a Dios que nos demuestre que es Dios. Si eres Hijo de Dios (si eres Dios) di a estas piedras que se conviertan en pan. La respuesta de Jesús es contundente: No sólo de pan vive el hombre. Son muchos los mayores que una vez que se jubilan dedican todo su tiempo a vivir su vida buscando salud en los gimnasios o en los paseos, o haciendo yoga, o futing, y piensa solo en la salud del cuerpo y en disfrutar lo mas posible haciendo viajes, o con sus partidas de cartas, o asistiendo a charlas culturales, o buscando distracciones de cualquier tipo para matar el tiempo sin aburrirse. Si hablaran con Cristo seguro que no les reprocharía el que miren por su salud, o el que busquen sanas formas de pasar el tiempo, pero seguro que les recordaría lo que le recordó a Satanás: No solo de Pan vive el hombre. Buscando esas formas de vida se olvidan de lo principal, de alimentar su alma, que es lo que más fortaleza la va a dar ante las dificultades de la vejez, y lo que más tranquilidad y satisfacciones puede reportarle.

Segunda tentación: El diablo condujo a Jesús a un elevado monte y le dijo: "Yo te daré todo el poder y la gloria de estos reinos: porque se me han dado a mí y los doy a quien quiero. Si tu quieres adorarme serán todos tuyos". Esta es la tentación de la avaricia, tentación que Satanás extiende a todos los hombres. ¿Queréis éxitos, riquezas y poder? No adoréis a Dios, Dios no da esas cosas, o como dicen que reza en algún anuncio de los autobuses ingleses que viene a decir: Dios no existe, olvídate de El y procura vivir lo mejor posible.

Olvídate de Dios, viene a decir Satanás a los hombres, y adora al poder, al dinero y a la fama, que son quienes te van a hacer feliz. Y la sociedad de hoy parece haber dado oídos a las palabras de Satanás, pues son muchos los que olvidándose de Dios corren en pos de la fama y del dinero como si esa fuera la única preocupación de su vida. A éstos Cristo, Dios vivo, les dice como a Satanás: Ten cuidado con lo que haces, porque está escrito: Sólo al Señor. tu Dios adorarás, y a El solo servirás.

Tercera tentación: El diablo lleva a Cristo a lo alto del templo y le dice: "Si tu eres el Hijo de Dios tírate de aquí. Porque está escrito que mandará a sus ángeles para que te guarden". Es la tentación de la ostentación del poder. Mira, viene a decir el diablo a Cristo: Aquí acude mucha gente. Si ven que te tiras desde lo alto y no te haces daño, todos creerán en ti. Pero Cristo no se deja seducir, y como Satanás ataca con las Escrituras, Cristo le responde también con las Escrituras. Escrito está: No tentarás al Señor tu Dios. ¿Cuantas veces no insistimos nosotros en pedir pruebas a Dios de su divinidad, y cuantas no hemos utilizado las Escrituras para justificar nuestros comportamientos poco ortodoxos?

¿Qué cual es la autoridad de Cristo para decir esas cosas?

La identidad de Cristo los cristianos la tenemos muy clara: Cristo es Dios, porque así lo probó en lo hizo en su vida, y después de la muerte con su resurrección. J.H.C.

                                    BOLETÍN 94.-     CURSO 2008/9

 AMAOS COMO YO OS HE AMADO

¿Cuantas veces hemos oído estos pasajes del amor? ¿Cientos? ¿Miles? ¿A que viene repetirlos ahora una vez mas? Si antes no hemos hecho mucho caso, ¿lo vamos a hacer ahora? Y si antes le hemos hecho caso, ¿a qué viene el volver a repetir lo mismo?

Hay veces que oímos la misma cosa cien veces y no nos hace efecto, y es a la ciento una cuando empezamos a entenderlo. Nos gustaría que lo que aquí decimos nos ayudara a entender un poquito mejor esto del amor de Dios, del amor a Dios y del amor entre los hombres.

Nos imaginamos que Dios obra como nosotros, que amamos a quienes nos agradan y pasamos de quienes nos desagrada. Dios ama a todos, sean buenos o malos, como un buen padre ama a todos sus hijos, y con predilección a quien cree que más lo necesita. ¿Y como es el amor de Dios? Dios no tiene corazón como nosotros para sentir el amor. Dios irradia el amor, porque todo Él es amor, y cuando algo de este amor penetra en nosotros, ya solo podemos desear seguir gozando de él. Cuando ese amor se ha sentido es imposible describirlo con lenguaje humano. Nadie como San Juan de la Cruz para intentar hacérnoslo conocer:

"Y si lo queréis oír, /consiste esta suma ciencia (la ciencia del amor) En un subido sentir / de la divina Esencia

Un subido sentir, así es el amor de Dios. No es extrañar que Pagola, sacerdote y autor de varios libros, diga en Creer ¿para qué? que "si un día te convences de que Dios es amor y, sobre todo si un día le experimentas solo como amor, cambiarás por dentro, lo verás todo de otra manera y empezarás a creer de otra manera". Dios no "siente" amor por nosotros, Dios es amor, y por lo tanto nos ama siempre, seamos como seamos, porque solo puede amar. Entonces ¿no nos puede castigar? Dios no castiga, somos nosotros, quienes desprendidos de las vendas terrenas veremos lo bueno y lo malo que hemos hecho, e iluminados por la luz de la justicia elegiremos aquello que en justicia nos corresponda. Esto es lo que dicen algunos teólogos.

De este amor que Dios nos tiene, y de este saber que Él siempre quiere lo mejor para nosotros, nace nuestro deber de corresponder a ese amor queriendo hacer siempre su voluntad, sabiendo que haciendo eso estamos haciendo lo mejor para nosotros. Tanto nos ama Dios que se abajó hasta hacerse hombre para darnos a conocer qué tenemos que hacer para ser felices.¿Y qué tenemos que hacer? Bien claro nos lo dijo: amaos como yo os he amado.

¿Acaso podemos amar como Él nos ama? Imposible. El amor de Dios abrasa el corazón e inunda todo nuestro ser de felicidad. ¿Podemos amarnos así los hombres? Decididamente no. Entonces ¿es que Cristo nos pide imposibles? Tampoco es eso. Cristo nos pide que nos amemos los unos a los otros tanto cuanto podamos hacerlo, porque cuanto más nos amemos tanto más felices viviremos, porque el amor es la medida que nos acerca o nos separa de Dios. Dios nos hizo a su imagen, y su imagen es amor, y quiere que nos asemejemos a Él, no que seamos como Él, porque esto es imposible.

¿Pero es que el amor nos va a resolver los problemas de cada día?, se preguntará alguno. El amor es capaz de resolver los mayores problemas que tiene la humanidad. Si nos amasemos sobrarían todas esas leyes que no son capaces de resolver los problemas del hambre, de las guerras, de los sufrimientos y de los males que nos hacemos los unos hombres a los otros. Se acabaría el maltrato a las mujeres, la explotación de los niños y las "puñaladas" que se dan entre los hombres.

Que se acabe todo esto, y que reine el amor de Dios entre los hombres es lo que pedimos en el Padrenuestro cuando decimos "Hágase tu voluntad" porque sabemos que su voluntad es que reine el amor, para que seamos felices en esta vida y en la otra.

                                  BOLETÍN 95.- CURSO 2008/9

                     LO QUE PODEMOS HACER DESDE VIDA ASCENDENTE

 Vida Ascendente puede y debe prestar un gran servicio a la Iglesia. Lo dijo Juan Pablo II, y lo corroboran muchos Obispos que impulsan este movimiento en sus diócesis. La Iglesia institucional, y los cristianos como tales, tenemos hoy una mala imagen, y por eso muchos abandonan la Iglesia y no se atreven a confesar su fe. Durante mucho tiempo la Iglesia en España se dedicó a fomentar los actos piadosos (religión del corazón), pero se olvidó de que la religión en un adulto que tiene información y piensa (como el adulto de hoy) también es cosa de cabeza. Para que una fe de adulto pueda madurar se requiere la cabeza y el corazón. Los miembros de V.A. podemos contribuir a difundir una fe madura si en nuestras en reuniones procuramos actualizar nuestros conocimientos religiosos para estar a la altura de estos tiempos, dando así testimonio coherente con nuestra palabra y nuestros hechos.

 Vida Ascendente puede y debe prestar un gran servicio a la sociedad

 El    laicismo de hoy está muy ocupado en lanzar unos valores cívicos y humanos que ayuden a la convivencia pacifica entre los ciudadanos, noble empeño en el que los cristianos de todos los tiempo hemos estado implicados siempre. Creyentes y no creyentes tenemos un buen número de valores comunes. Todos consideramos que la justicia, la solidaridad, la libertad etc. son valores humanos a defender, pero mientras .los no creyentes fundamentan esos valores en su utilidad para la convivencia humana, y los protegen con leyes que castigan su incumplimiento, el cristiano añade a esos fundamentos el del precepto divino y el del premio o castigo cierto para los comportamientos humanos. En la escuela pueden enseñar a los niños que robar es malo, porque daña la convivencia pacífica de los hombres, y pueden enseñarle que si roba irá a la cárcel., pero si ese niño cuando llegue a mayor observa que hay muchos que roban, y que no les pasa nada porque nadie ha podido probar los hechos, es muy probable que ese niño, ya hombre, arrincone las enseñanzas infantiles y se sienta muy tentado a robar también él para beneficiarse del hurto. Al creyente su fe le lleva al convencimiento de que si roba, aunque nadie denuncie su robo, su Dios, inexorablemente, va a castigar su mala acción, y esto es mucho más disuasorio que el simple castigo de la ley que se puede burlar. En este sentido la religión está prestando también un gran servicio a la sociedad porque con sus creencias está contribuyendo a dar más solidez a los valores que contribuyen a hacer un mundo más feliz para los umanos

Vida Ascendente presta un gran servicio a sus miembros.

 En la última etapade nuestra vida necesitamos más que en ninguna otra disfrutar de una conciencia tranquila para vivirla sin miedos ante el enigma de la muerte. V.A. nos forma para vivir mejor esta última etapa de la vida y nos da la certeza, avalada por la resurrección de Cristo, de la existencia de una vida mejor después de la muerte. Por todas estas cosas podemos estar orgullosos de pertenecer a un Movimiento que en palabras de Juan Pablo II es una gracia para la Iglesia, para la sociedad, y para nosotros mismos. JHC

                             SIGUE BOLETÍN 95

               TEMA 5: EL PERDÓN Y LA MISERICORDIA

Aunque el guión mezcla perdón y misericordia creo que son dos cosas diferentes El perdón es una decisión y la misericordia, como bien dice el guión, es una actitud de compasión (un sentimiento) hacia alguien. Cuando vemos en la calle a alguien que sufre nos compadecemos de él, tenemos misericordia de él. Perdonar es otra cosa, es liberar de algo que se nos debe .mientras que misericordia es la disposición a compadecerse de los sufrimientos ajenos. Cuando alguien que nos ha ofendido y nos pide perdón, y se lo concedemos le estamos haciendo un favor, porque lo liberamos del sentimiento de culpa que pueda tener, pero si nos ofende y no quiere nuestro perdón no le estamos haciendo favor alguno. En todo caso, cuando nos ofenden y perdonamos al ofensor nos estamos haciendo un favor a nosotros, porque estamos haciendo algo bueno, algo que contribuye a que reine el amor entre los hombres, y esta buena acción contribuye, como todas las acciones buenas, a proporcionarnos un estado de franca satisfacción respecto a lo que hacemos, que es el principio en que se basa la felicidad.

Con frecuencia oímos decir "perdono pero no olvido". ¿Qué quiere decir eso?. Si perdonamos y ayudamos en lo que esté a nuestro alcance a quien nos ofendió, y procuramos evitarle sufrimientos, aunque no olvidemos lo que nos hizo, (la ofensa a veces es difícil olvidarla) estamos ofreciendo un perdón sincero que puede ser beneficioso para nosotros y para el ofensor. Si decimos que perdonamos pero le deseamos el mal, o simplemente no hacemos nada por evitarle el sufrimiento que pueda causarle nuestro comportamiento, entonces no hay tal perdón, porque ni libera de culpa al ofensor ni puede darnos satisfacción el hacer sufrir a quien nos ofendió. No reúne ninguna de las características del perdón, el de liberar de culpa al ofensor arrepentido, y la de dar satisfacción a quien perdona.

La misericordia es otra cosa.

Recordemos la parábola del Buen Samaritano, Lc 10, 27-37. Aquí no hay ningún perdón, hay un acto de compasión hacia el prójimo, que se traduce en una buena acción, porque la compasión si no va seguida de la acción para aliviar el sufrimiento del compadecido no vale para nada. La parábola del Hijo Pródigo es otra cosa. Aquí hay ofensa; el hijo ofende al padre, hay arrepentimiento por parte del ofensor, y hay perdón y misericordia por parte del ofendido. Esto se parece mas a nuestra relación personal con Dios Padre. Si nosotros ofendemos a Dios, Dios puede perdonarnos, pero si no nos arrepentimos su perdón no nos libera de la culpa. Solo podemos liberarnos de la culpa si nos sentimos culpables de algo y nos arrepentimos de haberlo hecho, y sabemos que el ofensor nos concede su perdón. Si Dios nos perdona, y nosotros decimos que nos da igual que nos perdone o no, ese perdón no es verdadero perdón, porque no libera de culpa, no por parte de Dios, sino por parte de quien ofende y no se arrepiente. El perdón del ofendido y el arrepentimiento del ofensor son necesarios (los dos) para que él ofensor pueda liberarse de su culpa.

¿Por qué conceder el perdón incluso a los que no se arrepienten de su culpa? Lo hemos dicho antes, porque esto contribuye a que haya paz, justicia y amor entre los hombres (el reino de Dios), y porque eso contribuye a la felicidad de quien perdona, aunque resulte estéril para aquel a quien se concede el perdón.

Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia (Mateo 5,7) y también los que perdonan, porque con la vara que midan serán medidos. JHC

                             Boletín 96.- Curso 2008/9

HAY DIOS?

 

Los Obispos españoles piden una nueva "reevangelización", y declaran a España tierra de misiones. España se descristianiza a marchas forzadas, y si se descristianiza es porque no se tiene clara de la existencia de Dios.

Un Movimiento que se dice eclesial y de apostolado no puede ser indiferente a este problema. No vamos a salir a la calle gritando que sl, que hay Dios, pero creo sí nos viene bien reflexionar sobre los motivos que tenemos para creer eso, porque cuantas más razones nos demos para creer esto tanto más claro lo tendremos, y tanto mejor podremos explicárselo a quien necesite de estas razones para creer. Ya sabemos que la fe no es solo cuestión de razones, pero sin alguna razón para creer tampoco es posible una fe convencida ni convincente.

Dicen que el que busca a Dios lo encuentra, pero de la misma forma podríamos decir que a quien se lo han dado encontrado y no lo busca puede terminar perdiéndolo. Creo que esto es lo que le ha ocurrido a tantos como hoy se han apartado de la fe sin saber por qué, o con argumentos tan débiles que una simple reflexión lógica —cosa que no se han parado a hacer- bastaría para destruir esos débiles argumentos que exponen.

El filosofo británico Anthony Flew tenía por lema ser fiel a lo que su razón le mostrara como más cierto o más probable, y durante muchos años promovió el ateismo, la negación de Dios, porque así se lo hacia ver su conocimiento, hasta que siguiendo preguntándose se había Dios o no, llegó al convencimiento, a través de los descubrimientos actuales de la ciencia que Dios tenía que existir, porque eso era lo más lógico, y terminó escribiendo su famoso libro There is a God. (Hay Dios). Nosotros, aunque mayores y convencidos de la existencia de Dios, debemos seguir interrogándonos: ¿Hay Dios? ¿Cuáles son nuestras razones para creer en Él? Cuanto más afiancemos este conocimiento tanto más firme será nuestra fe, y nuestro apostolado podrá ser más fecundo. No se trata de acumular razones para convencer al vecino de enfrente, se trata de encontrar razones que nos convenzan a nosotros para fortalecer nuestra fe, que faltan nos van a hacer ante tanta invitación como nos está viniendo de afuera para que la abandonemos. La fe fuerte, la contrastada por nuestras reflexiones, es la base de la vida del buen cristiano, y es la garante de nuestras buenas relaciones con Dios.

Creo que era Casáldiga, Obispo español en Brasil, quien decía que vale más debatirse en la duda que morir en el error. El que tiene dudas busca, y el que busca sigue encontrando nuevos conocimientos, mientras que el que está seguro de que ya lo sabe todo sobre Dios y se resigna a vivir cómodamente con lo que sabe, jamás avanzará en el conocimiento de Dios, y su vida de fe será lánguida y poco fructífera. JHC

                                                LA CRUZ

Con frecuencia vemos la cruz como un símbolo de tormento y de dolor. Lo es, pero  para los cristianos también es símbolo de amor sin límites. Hoy no nos vamos a fijarnos en la cruz, sino en la imagen del que está clavado en ella. ¿Quién es ese hombre que vemos clavado en la cruz?. Decimos que es el Hijo de Dios, pero a muchos, haciendo un chiste fácil, (o una profunda reflexión) se les ocurre añadir: Pues vaya mal padre que tiene este Hijo. ¿Tú consentirías que tu hijo muriese crucificado si pudieses evitarlo?. ¿Cómo un padre puede dejar morir así a su propio hijo? El misterio de la redención es uno de los misterios más profundos de nuestra religión, aunque algunos lo solucionen de un plumazo diciendo que el hombre pecó, y como no podía reparar su falta, Dios envió a su Hijo para que pagara por nosotros. ¿No bastaba con que Dios nos hubiera perdonado? Y si su justicia exigía reparación, ¿no podía haber encontrado otra forma de reparación? Y si Dios nos creó, y al crearnos sabía que íbamos a pecar, ¿por qué no nos creó de otra forma?. ¿No pudo crearnos mejores, o no quiso? Todas estas preguntas, y muchas más, nos llevan a la conclusión de siempre. Tenemos un Dios muy superior a lo que nosotros podemos conocer, y en su inmenso saber debió hallar razones muy poderosas para hacer lo que hizo, razones que la limitada inteligencia del hombre es incapaz de comprender.

Cristo se encarnó para enseñarnos lo que debemos hacer para nuestra salvación eterna, pero los hombres no se lo pusimos muy fácil. Copio a continuación lo que dice el guión de este mes para el encuentro de grupos:

"Desde el comienzo de su vida apostólica, Jesús entra en conflicto. Con el anuncio de la llegada del Reino como Buena Noticia, entra en conflicto con los dirigentes judíos, por su libertadfi-ente al sábado; con sus familiares, porque pensaban que había perdido el juicio (Mc 3,21); con sus vecinos de Nazaret, porque no entendían de dónde le venía de repente aquel talante de predicador milagroso (Mc 6,2-3). A medida que profundiza su mensaje, el pueblo lo mal interpreta (Jn 6,60),

muchos de sus discípulos lo abandonan / (Jn 6,66) y, los que lo siguen, no siempre lo comprenden.

Pero es al final de su vida cuando Jesús experimenta el rechazo más dramático: Para la sinagoga, Jesús era un trasgresor de su ley y sus costumbres; era un blasfemo porque «siendo hombre se hace Hijo de Dios» (Jn 19,7). Para los romanos, Jesús era un rebelde. Por eso, los judíos lo arrojaron de la sinagoga, lo excomulgaron, y los romanos le negaron todo derecho de ciudadanía y lo trataron como a un esclavo. Judíos y romanos liquidaron a Jesús, lo echaron de la comunidad de los vivos después de haberle sacado de la ciudad, ¡de la ciudad santa!"

¡Y nos quejamos nosotros de que hoy nadie quiere escucharnos cuando hablamos de religión!. ¿Qué hubiera pasado si Cristo no hubiera muerto y resucitado, le habría creído alguien?. Posiblemente ni sus discípulos le hubieran creído, a pesar de haber vivido con él y haber visto sus milagros. ¿Qué suerte hubieran corrido sus enseñanzas si al igual que otros cristos de la época se hubiera dedicado a ganar batallas a los enemigos de Israel? Posiblemente hubiera acabado como esos cristos, que después de haber tenido gloria en vida pasaron al olvido al morir, o tal vez hubiera pasado a ser un Buda más, u otro Moisés, u otro Mahoma, pero no el único ser humano capaz de resucitar, lo que lo acredita como verdadero Dios. Ese Cristo que vemos clavado en la cruz pagó un precio muy alto para que nosotros nos acercásemos más a su Padre, y nos dejó un legado de inestimable valor.

                                   Boletín 97.- Curso 2008/9

                                  BUSCAR LA VERDAD       

Un adulto que quiera caminar en la verdad tiene que estar buscándola siempre, por que la verdad que podemos descubrir los humanos, sean sabios o ignorantes, es siempre una verdad incompleta, pero cuanto más se busque, si se busca en la buena dirección, tanto más nos iremos acercando a la VERDAD que todos anhelamos.

Decía Don Quijote al Caballero del Verde Gabán que si quería defender la Ley Divina debía ser algo teólogo para saber dar razones de por qué la defendía. Una cita parecida la encontramos mucho antes que en el Quijote en la Primera de San Pedro (3,15) cuando dice: "Estar siempre dispuestos a dar respuesta a todo el que os pida razón de vuestras esperanzas -razón por qué creéis en la resurrección- y hacedlo con dulzura y respeto. Resulta evidente que para poder dar razón a otros de nuestra fe, lo primero que tenemos que hacer es buscar nosotros esas razones, razones que como bien nos dice Vito Mancuso en "El alma y su destino" no podemos fundamentar hoy en la autoridad de las personas humanas, porque la historia se ha encargado de demostrarnos la fragilidad de tales argumentos. La única autoridad que podemos admitir es la de Cristo, si previamente nos hemos convencido de su divinidad. Tal vez el grave error de muchos cristianos, entre los que yo he caminado, sea el haber fundamentado durante mucho tiempo nuestra fe en la autoridad de la jerarquía eclesiástica, en vez de fundamentarla en pilares más sólidos y menos vulnerables. Como es la autoridad de Cristo. La jerarquía eclesiástica nos es necesaria porque nos ayuda en la búsqueda de la verdad, pero no nos exime a nosotros de indagar sobre las razones de nuestra fe.

Pero ¿cómo o donde buscar la verdad? ¿Qué es la verdad? Pagola, sacerdote y Director del Instituto de Teología y Pastoral de San Sebastián, da alguna pautas para esto en Creer ¿para qué? Copiamos algunos de sus párrafos que dejo a la meditación de los lectores que lean esto:

Lo primero que tienes que recordar -nos dice- es que la verdad no es una formula que se pronuncia con los labios, ni un dogma elaborado por los sabios. La verdad no es tuya ni mía,. No es hindú, ni cristiana, ni mahometanas. La verdad no pertenece plenamente a nadie. Todos caminamos por la vida "a tientas". La verdad última nos supera a todos.

Cometerás un error si piensas que estás en la verdad, porque te agarras firmemente a tus propias ideas, tus opiniones o tus creencias. Por mucho que te repitas a ti mismo argumentos a favor de la fe, o por mucho que discurras para rechazarla, por mucho que leas y estudies, ¿qué sabes todavía de la verdad?

Estos años me he preocupado por conocer la trayectoria de científicos, místicos o poetas que han buscado apasionadamente la verdad. No todos viven la misma experiencia, pero parecen estar de acuerdo en que lo esencial permanece fuera de nuestro alcance, la verdad última sigue siendo un misterio. La cultura moderna nos ha querido convencer de que en el futuro no habrá ya ningún misterio, pues la ciencia lo aclarará todo. Hoy son los mismos científicos los primeros en decirnos que esto es absolutamente falso. La ciencia no hace sino agrandar más y más el misterio que nos rodea. Durante estos años se ha ido difundiendo entre nosotros un «pequeño dogma» que dice así: «Solo existe lo que puede ser captado por nuestra razón o fundamentado por nuestra ciencia». Este dogma ha caído ya por tierra, pues no se puede sostener científicamente. Sólo nos quedan las palabras de Jesús: «Si os mantenéis fieles a mi pa­labra, conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres» (Juan 8,31). No sé que sentiréis vosotros al escucharlas. A mí me atraen".

                             Sigue boletín 97                     

                ¿PARA QUE SIRVEN LOS CURAS?

Buena pregunta en estos tiempos en los que se dice que "Probablemente Dios no existe?, y si Dios no existe ¿para que sirven los curas?. Esto es lo que se dice en el recorte que nos envía:

1. Los curas sirven para servir. La misión prioritaria de un sacerdote es servir sin esperar recompensa alguna; gastarse y desgastarse en bien de los demás sin esperar aplausos. Este fue el ejemplo de Jesús de Nazaret cuando dijo: «Yo no he venido a ser servido sino a servir y dar mi vida por los demás»

  1. 2. Los curas sirven para perdonar. Antes que maestros o buenos liturgistas, son testigos de la misericordia divina. En un mundo violento y dividido, ellos son portadores del diálogo y del perdón. Abren sus puertas cada día para escuchar confidencias, para quitar cargas, para devolver la alegría y la esperanza.
  2. 3. Los curas sirven para iluminar. Son los portadores especiales de la Palabra de Dios que tratan de explicar y de vivir. Cuando nos cegamos con las seducciones del mundo, ellos nos recuerdan las bienaventuranzas. Cuando nos quedamos en la superficie de las cosas, ellos nos descubren la presencia de Dios en todo.
  3. 4. Los curas sirven para celebrar. Sin ellos no habría eucaristías en las que celebramos los misterios de Cristo, la alegría de una boda o la esperanza en la otra vida del ser querido que se nos fue. Con ellos celebramos los bautizos de los niños, el gozo de las Primeras Comuniones y muchos otros acontecimientos de la vida humana y cristiana.
  4. Los curas, a imitación de Cristo, y a veces a su pesar, unas veces sirven para que muchos tropiecen y otras para que muchos se levanten. Son muchos los que dicen que han dejado de creer en Dios porque los curas le han quitado la fe. ¡Quién lo diría! ¿En quién o en qué habrán fundamentado éstos su fe? Por el contrario otros, con el mismo poco fundamento que los anteriores, dicen que gracias a los curas se mantiene la fe en el mundo (o el "tinglado" religioso, según otros). Los curas ni quitan ni dan la fe. La fe en cosa de Dios y de cada uno de nosotros, y por eso cada uno recibirá su premio o su castigo. Los curas sólo son mensajeros de Dios, quien a través de ellos "nos envía recuerdos". Aceptarlos o rechazarlos es cosa nuestra, no echemos la culpa al mensajero

¡NO TICION!

UN ¿HOMBRE? CONDENADO A MUERTE POR EL GOBIERNO Y POR LOS OBISPOS HA RESUTIDADO DESPUÉS DE LLEVAR TRES DÍAS ENTERRADO.

Con estos titulares, más o menos, anunciarían hoy los periódicos la muerte y la resurrección de Cristo, y luego a continuación vendría la polémica. Unos utilizarían esto para defender la veracidad de la doctrina del resucitado, mientras otros, los "sensatos" según nuestra ciencia, defenderían la imposibilidad del suceso, y se dedicarían a demostrar la locura o el embuste de quienes creyesen tal cosa. ¿Acaso en los miles de años que lleva el hombre sobre la tierra, había ocurrido algo igual? Que levante el dedo quien haya visto una resurrección semejante. Nadie osaría levantarlo. Que los embaucadores que dicen haber visto a Cristo resucitado presenten pruebas de la veracidad de lo que dicen. Estos no pueden enseñar al resucitado, que sería la prueba contundente de sus afirmaciones. No aportan pruebas, luego es que no existe resurrección. Lo sensato es estar con la naturaleza, no contra ella, y la naturaleza nos demuestra que nadie que haya muerto ha vuelto a contarnos qué hay del más allá.

Pero he aquí que esos hombres que afirman que Cristo ha resucitado empiezan a hacer cosas extrañas, cosas que no van de acuerdo con la naturaleza, como ser entendidos en varios idiomas, curar a paralíticos, sanar a los enfermos, desafiar con sus prédicas a las autoridades arriesgando su vida con ello, y finalmente dando la vida por defender que sí, que han visto y hablado con Cristo después de haber estado enterrado tres días. Entregar la vida por defender una mentira, pudiendo salvarla con decir lo contrario, tampoco va con la naturaleza humana. O admitimos la intervención divina en la resurrección de Cristo y en el comportamiento de los apóstoles, o admitimos que unos locos han podido engañar a los sabios de medio mundo durante más de dos mil años, y los que sigan, y esto de por sí ya rozaría lo milagroso, se sale de la lógica humana.

Yo he visto a ese hombre resucitado, dice Pedro. Y yo también, dice Juan. Y nosotros hemos hablado con él después de haberlo matado los judíos, dicen a coro los doce, y más, apóstoles. Y yo también me he encontrado con él, dice Saulo de Tarso.¿Quieres pruebas? Búscalo, nos dicen, y tu mismo lo encontrarás. Él ha dicho que el que busca halla, y hoy somos millones los que decimos: Lo busqué y lo encontré.

El valor de la resurrección.. Un hombre no puede resucitar a otro hombre cuando este ha muerto de verdad. Y si un hombre no puede resucitar a otro hombre, y es cierto que muchos vieron a Cristo resucitado después haber muerto, ¿quien lo resucitó? Solo puede haberlo resucitado un Dios, y si resucitó con una naturaleza distinta a la que tuvo en vida es que hay otra vida. Puede creerse o no en la resurrección de Cristo, pero si se admite, tenemos que admitir que este es el hecho más importante que ha sucedido a la humanidad., y tenemos que admitir estas cuatro verdades : Dios existe, hay resurrección de los muertos, hay otra vida después de esta con naturaleza diferente a ésta, y la doctrina de Cristo es verdadera.

 

Ajustar o no nuestra vida de creyente a esa doctrina eso es cosa de nuestra libertad. Cristo nos deja libres para decidir qué hacer, pero nos pide responsabilidades respecto a lo que hagamos. Para eso nos dio la inteligencia y la voluntad. JHC

                                     Boletín 98.- Curso 2008/9

              TERMINACIÓN DEL CURSO 2008/9

A modo de recordatorio resumo a continuación los principales temas que hemos tratado en las reuniones de animadores durante el presente curso

Situación de la religión en España

Vemos que cada vez es más la gente que se aleja de la Iglesia; los medios de comunicación, con sus críticas a la Iglesia y a la religión, favorecen este hecho. La cultura estatal favorece el hedonismo, y los miembros del gobierno actual, aunque dicen defender la libertad religiosa, propagan la doctrina laicista y atacan frecuentemente la doctrina de la Iglesia. Consecuencia de todo ello es que la gente cada vez tiene una idea más equivocada de lo que es la verdadera religión cristiana y de los fundamentos de nuestra fe.

¿Qué podemos hacer desde Vida Ascendente ante este panorama, además de

rezar?

Creemos que estamos obligados a formarnos bien para dejar traslucir con nuestro ejemplo y nuestra palabra como debe vivirse y explicarse la doctrina de Cristo en este siglo recién estrenado.

Qué es Vida Ascendente y cuál es su misión De esto hemos hablado muchas veces, y yo pienso que debemos seguir haciéndolo frecuentemente para que no se nos olvide dónde estamos

¿Qué es Vida Ascendente? Prescindiendo de toda definición oficial, yo la definiría como fue inicialmente, es decir, como una reunión de personas mayores de 60 años que se juntan para intercambiar ideas sobre Dios, sobre la Iglesia y sobre cómo debe vivirse la vida del cristiano. Así entiendo yo que deben seguir siendo las reuniones de los miembros de Vida Ascendente: Reunión de amigos que, preocupándose individualmente por adquirir conocimientos sobre Dios y sobre la Iglesia, se juntan luego para intercambiar esas ideas y profundizar juntos, en la medida de sus capacidades, en los misterios que encierran las interrogantes fundamentales del hombre: ¿Por qué creemos que existe Dios? ¿Existe otra vida? ¿Cómo debe vivir el hombre mientras está en la tierra? La interpelación de estas interrogantes es lo que unió a aquellos hombres que luego dieron lugar a Vida Ascendente, y la interpelación de estas interrogantes es lo que de verdad debe unirnos a nosotros para buscar la verdad y seguirla, cueste lo que cueste seguirla, que no es poco.

Todos sabemos, y a veces lo repetimos como loros, que Vida Ascendente tiene como lema la espiritualidad, el apostolado y la amistad.

Sí, Vida Ascendente tiene como lema la espiritualidad, pero no se dedica a crear grupos de oración.

Tiene como lema el apostolado, pero tampoco es su misión crear grupos de apostolado que vayan por la residencias de mayores, o por los hospitales, o a visitar las casas de los necesitados.

Por último tiene también como lema la amistad, pero tampoco se dedica a crear centros de ocio, o de actividades lúdicas, que es donde se promocionan las relaciones sociales.

Vida Ascendente aconseja a sus miembros que hagan uso de cualquiera de esos centros creados por otros movimientos o asociaciones, pero este Movimiento no tiene como misión específica promover esas actividades, dejando a sus miembros libertad para entren en contacto con esos grupos y sean, donde estén, levadura de vida cristiana. Esta es la misión verdadera misión de V.A : Formar a sus miembros para que sean levadura de vida cristiana allí donde se encuentre.

No se trata de que los mayores transmitamos nuestros ritos o nuestras enseñanzas cristianas tal y como nosotros las recibimos de nuestros mayores, sino que se trata de actualizar esto que recibimos y ofrecérselo actualizado a los más jóvenes para que descubran su verdadero valor . Esta labor de actualización y pulimento de nuestra fe es lo que tenemos que hacer en nuestras reuniones de grupo, y ello exige por nuestra parte un no pequeño esfuerzo, pero merece la pena hacerlo para cumplir con tan valiosa misión.

Apostolado del testimonio.

También hemos hablado de esto. Con nuestra forma de vida estamos siempre dando testimonio de algo, pero no todo testimonio de cristiano es bueno. Los hay que con lo que hacen, o con lo que dicen, aún con la mejor intención de dar buen ejemplo, lo único que hacen es poner de manifiesto su ignorancia sobre la fe que profesan, y esto puede resultar nefasto para la Iglesia, porque da lugar a que muchas personas piensen que la fe de los cristianos es fruto de su ignorancia, o de la manipulación de los curas, o de la rutina de los tiempos, y nadie querrá sumarse a una religión de la que encuentra motivos para burlarse de lo ven respecto a ella. .

Los miembros de Vida Ascendente, por nuestra vocación de apóstoles, estamos obligados a buscar una formación adecuada a los nuevos tiempos, sin la cual nuestro testimonio gestual o de palabra tendrá pocas probabilidades de ser eficaz.

Alguno me preguntará: ¿Es que tenemos que ser doctores de la Iglesia? No sería malo, pero todos sabemos que no es posible, ni necesario. Pienso que los miembros de V.A. tenemos la obligación de esforzarnos por estar en formación religiosa, al menos, a la altura del común de las personas con las que nos relacionamos, porque estar por debajo de ese nivel resta mucha eficacia a nuestro apostolado, tanto al de la palabra como al del ejemplo.

Jesús Hernández Criado

                                    MARÍA, LA MADRE DE JESÚS

Durante todo el curso hemos venido dedicando esta página a comentar los temas del guión, tratando de darle un enfoque distinto al del guión para que tuvierais dos visiones diferente sobre el mismo tema. Fieles a esto terminaremos el curso hablando de la Virgen, presentándola desde otro punto de vista.

Nos vamos a fijar en María como persona humana, olvidándonos un poco de su condición de madre de Dios, y dejándola como simple Madre de Jesús el nazareno. Ya sé que para un cristiano esto no es posible, porque a la Virgen no podemos concebirla aislada de su destino de Madre de Dios.

Pero a mí me gusta pensar como sería aquella niña y aquella adolescente antes de que el Ángel le anunciara que iba a ser Madre de Dios, y quiero imaginarme que haría cuando fuera a buscar agua a la fuente que está cerca de donde ella vivía, y donde inevitablemente se encontraría con los mozos que fueran a cortejar a las chicas, y a ella misma, cosa muy habitual en los pueblos donde la fuente era punto de encuentro entre chicos y chicas en edad de merecer. Y quiero pensar en aquella madre, ferviente creyente y practicante de la Ley de Moisés, y que ve que su hijo se va de casa y empieza a practicar y a predicar una religión distinta a la que ella le enseñó.

¿Cómo se sentiría María cuando se enterara de que su hijo no sólo no seguía lo que ella le había enseñado, sino que hablaba contra la Jerarquía que enseñaba lo que ella creía que era la verdadera religión?

Lucas nos cuenta que cuando Jesús andaba predicando "se presentaron donde él su madre y sus hermanos", pero no nos dice cual era el propósito de su visita. Por la contestación que Jesús da a quienes le comunicaron la presencia de su madre y sus hermanos no parece que fueran simplemente a escucharlo. ¿Sería que su madre iba a buscarlo para que dejara de decir lo que decía sobre su Dios y sobre la jerarquía de su Iglesia? ¿Sería que como buena madre intuía que su hijo iba a acabar mal si seguía por ese camino?.

Esta persona humana de María como madre de Jesús, es la que a mí me gustaría descubrir para poder imitarla como padre familia, porque esas figuras tan divinas que hemos puesto sobre pedestales ante los cuales nos inclinamos (yo el primero) para mostrarles nuestra admiración, yo no me considero con posibilidades de imitarlas.

Y como María es Reina de los Apóstoles, y nuestra vocación de miembros de Vida Ascendente es el apostado, terminaremos pidiéndole que, a imitación suya, terminemos haciendo lo que ella dijo en las bodas de Canaa: "Haced lo que Él os diga". JHC

                                       Boletín 99.- Curso 2009/10

                            TEMA DEL MES: LIBRO DE LOS HECHOS

Como ya sabéis, el Guión de la Nacional para el curso 2009/10 trata de los Hechos de los Apóstoles. Aunque recomendamos que se asista a las reuniones del curso de actualización religiosa, en la pagina 3 vamos a comentar mes a mes, los temas del guión de la Nacional para no perder su contacto. El libro de los Hechos es la única historia de la Iglesia primitiva. Sin él sería imposible tener un cuadro coherente de la

actuación de los apóstoles. En este libro se nos narran los primeros pasos del Cristianismo, algo que aún hoy no deja de sorprender a quien se adentra en estos acontecimientos ¿Cómo es posible que unos hombres no muy cultos, teniendo en contra a las autoridades civiles y religiosas, y a los sabios de su tiempo, fueran capaces de hacer creer a la gente que un hombre condenado por blasfemo y rebelde había resucitado de entre los muertos? ¿Acaso esto no es un disparate que va contra todo lo conocido y contra el sentido común? ¿Puede extrañar que la gente los tomase por borrachos y por locos como se desprende del primer discurso de Pedro? ¿Qué pudieron ver y sentir los apóstoles para mantener tamaño disparate delante de la gente y exponer sus vidas ante las amenazas de las autoridades? ¿Qué les llevó a eos apóstoles a dar su vida por afirmar que el hombre mandado crucificar por las autoridades había resucitado?

Este hecho sólo puede explicarse bajo tres supuestos: Uno, que quienes esto afirmaban habían visto efectivamente que su Maestro había resucitado. Dos, que una fuerza sobrehumana le ayudase a superar el miedo a morir a manos de las autoridades o de las gentes que los escuchaba, como le ocurrió a San Esteban, mártir, y Tres, que quienes los escuchaban tenían que ver algo extraordinario en esos hombres para creer lo que decían, pues de no ver nada especial en ellos nadie hubiera escuchado sus palabras que parecían de locos.

Todo esto nos lleva a creer razonablemente que la mano de Dios tuvo que estar en estos hechos para que la fe en Cristo Jesús cuajara, ya que aunque sus enseñanzas eran buenas parecía imposible que los hombres pudieran seguirlas.

Nosotros, miembros de Vida Ascendente, no podemos quejamos de que los tiempos actuales son malos para hacer apostolado porque la gente no tiene interés por estos temas. Más difícil lo tuvieron los primeros cristianos que eran perseguidos, no por hacer apostolado, sino simplemente por practicar la doctrina de Cristo. Hoy no se nos escucha, y hasta muchos se mofan de nuestras creencias, pero al menos, de momento, tenemos libertad para expresarlas y dar testimonio de nuestra fe.

¿Qué es lo que nos falta? ¿Las vivencias de los apóstoles? ¿La fuerza del Espíritu? No. No podemos decir que el Espíritu no está con nosotros. Cristo prometió que estaría con nosotros hasta el final de los tiempos, y Dios siempre ha cumplido sus promesas. Tampoco podemos decir que nos faltan vivencias (experiencias) de la presencia de Dios, porque en nuestra larga vida seguro que muchos hemos vivido experiencias que nos confirman esa presencia. Entonces que es lo que nos falta para hacer más creíble nuestra fe ante la sociedad de hoy? ¿Coherencia en nuestros comportamientos? ¿Voluntad de trabajo?

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