Recorrido 5

Aqui podemos ver:

Palacio de Monterrey- Iglesia de la Purisima- Casa de Unamuno- Casa de las Muertes- Iglesia de la Veracruz- Casa de Maria La Brava- Plaza de los Bandos- Plaza de la Libertad

Palacio de Monterrey

Saliendo de la Plaza Mayor por la calle Prior, a muy pocos pasos de la Plaza nos toparemos con el Palacio de Monterrey. Este palacio se construyó en la primera mitad del siglo XVI por mandato del Conde de Monterrey  Es de estilo plateresco y  es el Palacio más popular de toda la arquitectura civil española del renacimiento. El edificio no está concluido según el proyecto original, ya que debería tener cuatro cuerpos como el existente, con seis u ocho torreones; solamente está construida una de las alas del proyecto original. Pero hubo problemas con las propiedades de alrededor y sólo pudo construirse la cuarta parte de lo planeado originalmente.

El torreón que vemos de frente bajando por calle Prior es la parte más destacable del edificio, junto con los escudos sujetos por animales  fantásticos de las familias emparentadas con los Monterrey (Zúñiga, Fonseca, Ulloa Acevedo).  

Actualmente este Palacio es  propiedad de la Duquesa de Alba, heredera también del título de Monterrey, y es frecuentemente visitado por esta familia..

Iglesia de La Purísima

 La Iglesia y el Convento de las Agustinas fueron  mandados construir  por el Conde Monterrey cuando era Virrey de Nápoles. En la riada de 1626 fue arrasado el convento que estas monjas tenían en el arrabal, y el Conde de Monterrey, que tenía una hija en dicho convento, recogió a todas las monjas en su palacio. Allí estuvieron viviendo hasta   que se terminó de construir este convento con su iglesia. Se construyó en lo que eran terrenos del Conde, que los cedió al convento. En el interior de esta iglesia se halla  el cuadro de la Purísima Concepción  pintado por José Ribera, y es una de las obras mejores de este autor.  También son del mismo autor los cuadros de San Genaro, San Martín y La Piedad de la parte superior del retablo.

Casa Museo de Unamuno  

Siguiendo nuestro recorrido por la calle Bordadores nos encontramos en primer lugar con la casa donde vivió y murió Miguel de Unamuno, (1864-1936) Rector durante varios años de la Universidad de Salamanca y filosofo de prestigio Universal. Es de estilo Barroco, Hoy está convertida en museo de este Rector  conteniendo parte de los enseres que él utilizó durante su vida. La vivienda era propiedad de la Universidad de Salamanca,  y estaba destinada a Vivienda de los Rectores. De Unamuno, aparte de sus muchos escritos, es célebre la frase que dijo a los dirigentes de la Guerra Civil de 1936: Venceréis, pero no convenceréis.

Casa de las muertes  

 Esta casa está junto a la Casa de Unamuno. Fue construida en los primeros años del siglo XVI por el Arzobispo don Alonso de Fonseca. La fachada de esta casa es uno de los primeros ejemplares del estilo plateresco, y de los más fastuosamente decorados. Los dinteles de la puerta y ventanas están ornamentados con finísimas labores que recuerdan las de la fachada de la Univer­sidad, aunque más primorosamente ejecutadas. Todo el conjunto forma un bello tapiz muy grato de con­templar, sobre todo por la tarde cuando la fachada es herida por los rayos color oro del sol. Los artífices de esta maravilla fueron los mismos que labraron la fachada de la Universidad.

En torno al nombre de esta casa  se han elaborado una serie de leyendas de dudosa credibilidad: Se dice que al iniciar la construcción se encontraron cuatro cadáveres en los cimientos, que se pensó serían los hermanos Manzano, decapitados por doña María la Brava. Otra leyenda asegura que en el sótano de esta casa una mano criminal dio muerte a la familia de un sacerdote. No falta quien dice que el origen del nombre está en unos cráneos, o muertes, labrados bajo las ventanas como motivo ornamental, y otra teoría no desdeñable es que  heredara el nombre de la calle en la que se levanta, hoy calle Bordadores, y que en 1753 se llamaba Calle de las Muertes. Su nombre y su leyenda dieron lugar a que nadie quisiera vivir en ella y estuvo  mucho tiempo sin ningún uso. Perteneció primero a la familia Álava, después fue donada a la Iglesia, y en 1.805 pasó a propiedad pública en una subasta consecuencia de un Real Decreto que dispuso la venta de bienes de la Iglesia.

Iglesia de la Veracruz

 A pocos pasos de la Casa de las Muertes está  la Iglesia de  la Veracruz. Aunque su portada es del siglo XVI, su construcción primitiva es mucho más antigua. A principios del siglo XV era sinagoga. Su nombre de Capilla de la Vera Cruz se debe a un milagro de San Vicente Ferrer. Cuentan que en 1411 se hallaba en Salamanca este Santo, quien ansiaba conver­tir a los judíos. Un día en que gran número de éstos se hallaban reunidos en esta Sinagoga entregados a sus prácticas religiosas, penetró en ella el santo con una imagen de Cristo Crucificado en las manos. Con su elocuencia persuasiva, y mostrando el cielo a los judíos, vieron éstos de pronto apare­cer sobre ellos multitud de cruces blancas, y sobrecogidos por ese milagro, todos se convirtieron al cristianismo, y desde en­tonces, la sinagoga tomó el nombre de Iglesia de la Vera Cruz.

En su exterior presenta una portada del siglo XVI y una ventana churrigueresca que da a la calle Sorias, y en su interior  se puede admirar una fastuosa y rica decoración ba­rroca del arte de los Churrigueras. 

Esta Iglesia guarda pasos de Semana Santa de indudable valor pertenecientes a  la Cofradía de la Veracruz, como son la Dolorosa de Felipe del Corral, talla de madera policromada, y la imagen del Cristo Yacente en un sepulcro acristalado. Esta cofradía de la Veracruz es la más antigua de las de Salamanca; ha cumplido ya más de quinientos años. En esta iglesia se organizan, y de aquí parten, varias procesiones de Semana Santa.

Casa de doña María “la Brava”

  Si de la iglesia de la Veracruz volvemos sobre nuestros pasos a la Calle Bordadores, y seguimos hacia delante por la calle de los Condes de Crespo Rascón, y torcemos a la derecha por Peña Primera, llegaremos hasta la Plaza de los Bandos, y en esta plaza podremos ver la Casa de Doña María la Brava, la que en Portugal cortó las cabezas a los del bando de los benitinos que mataron a sus hijos. 

Esta casa es un bello y representativo ejemplar de las casas señoriales de la segunda mitad del siglo XV, con fachada gótica de la época.

Plaza de los Bandos 

El nombre de esta plaza  está, lógicamente,  relacionado con los enfrentamientos entre los bandos  durante el siglo XV. En el centro de la plaza,  estaba  la histórica Parroquia de Santo Tomé (hoy desaparecida)  Esta Parroquia de Santo Tomé amparaba a los del bando los tomesinos, al cual pertenecía la familia de los Monroy  (la familia de Doña María la Brava).  

En el lado Norte de la plaza está  el Palacio de Garci Grande, actual sede de  Caja Duero,  y se cree que fue construido por el mismo que construyó el palacio de Rodríguez de Figueroa, que es el actual  Casino. En el lado Este está el que fuera Banco de España en Salamanca, y en lado norte tenemos el Palacio de Solís, edificado en 1477, y que fue donde se celebró el matrimonio de Felipe II con María de Portugal el 15 de noviembre de 1543, y que fue durante muchos años sede de la Telefónica. Junto a él está el edificio que fue sede del Instituto Nacional de Previsión,  y que ahora está previsto que sea el Archivo de la Memoria Histórica, y junto a éste  está la que fuera  Iglesia del Convento de San Elías de los Carmelitas descalzos, y que hoy es Parroquia de Nuestra Señora del Carmen. 

Plaza de la Libertad

 Saliendo de la Plaza de los Bandos en dirección a la Plaza Mayor veremos que hay dos calles que conducen hasta dicha Plaza. Son la calle Zamora y la calle del Concejo de Abajo. Elijamos esta para volver a la Plaza. A la izquierda nos encontramos con el Palacio de Figueroa, el actual Casino, y a la derecha veremos que hay otra placita recoleta con asientos de piedra en sus laterales. Es la Plaza de la Libertad. Esto fue la huerta del Convento de San Elías de los Carmelitas Descalzos, y estaba unida a la Iglesia del mismo nombre (hoy la parroquia del Carmen) y a lo que fuera su colegio. Los Carmelitas fuero desposeídos de estas posesiones cuando la ley de Mendizal.en 1837, conocida también como Ley de desamortización eclesiástica por la cual la Iglesia fue desposeída de muchas de sus posesiones. El nombre de Plaza de la libertad se le puso en 1869 tras la revolución que derribó la monarquía de Isabel II.

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