MILAGRO EN EL PUEBLO DE SAN CRISTÓBAL DE LA CUESTA
(PUEBLO DE SALAMANCA)
San Cristóbal de la Cuesta es un pueblecito pequeño cerca de Salamanca. En este pueblo se produjo la curación milagrosa de Mercedes Cabezas. Todavía hay testigos de aquel acontecimiento y lo recuerdan así: Mercedes Cabezas comenzó a enfermar a los quince años de lo que los médicos diagnosticaron como «tisis manifiesta», que se fue agravando con el tiempo hasta desembocar en una tumoración maligna en el intestino y en los ovarios, de los que fue operada sin éxito. Al tercer día del rezo de la tercera novena al Padre Hoyos en la madrugada del 21 al 22 de abril de 1936, la familia aceptó como inevitable la muerte de Mercedes «porque estaba muy, muy grave». Mercedes agonizaba, y se llamo al medico y al cura a las cinco de la mañana para que la atendieran, el uno de la salud del cuerpo y el otro de la salud del alma. El doctor del pueblo era don Don Felipe y el cura párroco Don Adolfo, que dio a la enferma la Santa Unción «Recuerdo a mis hermanos mayores y a mi padre -relata su hermana Carmen- en la habitación en la que se encontraba Mercedes», y también «la recuerdo a ella, estaba con un aspecto cadavérico, amarilla y blanca a la vez, muy demacrada y fría. «Mi padre mandó a mi hermano que le cerrara un ojo que se le había quedado abierto porque creían que había muerto, entonces ella contestó: no padre no he muerto. Estoy curada. Dios existe». Y así y ante el asombro de los presentes, entre ellos el del doctor, se levantó de la cama dando gracias a Dios y «cambió su color de cara por una gran sonrisa, que hizo que todos nos quedáramos extasiados».
Ante la estupefacción de los presentes, Mercedes se sentó en la cama en la que había permanecido postrada durante muchas semanas a causa de un gran tumor de «más de 5 kilos que tenía en el estómago», que desapareció por completo, y comenzó «a hablar con Jesucristo y a cantarle el Amor de los Amores».
Tras su curación Mercedes fundó en Santander la Congregación de Operarias Misioneras del Sagrado Corazón. Allí murió el 30 de septiembre de 1993. Hoy tiene abierta una causa de canonización por su vida de santidad. Estos son los hechos contados por quienes los vivieron, muchos de los cuales todavía viven