HALLOWEEN  (Orígenes de esta fiesta)


Datos tomados del  periódico Alfa y Omega (jueves 31 de Octubre 2013)

Origen del nombre: En el año 840, el Papa Gregorio IV ordenó que la fiesta de Todos los Santos se cele­brara universalmente. Como fiesta mayor, tenía su celebración vesperti­na en la vigilia, el 31 de octubre. Esta vigilia, dentro de la cultura inglesa se llamó Al Hallow's Eve. Con el tiem­po su pronunciación fue cambiando. Halloween tiene de cristiano sola­mente un nombre deformado, pues la esencia de la fiesta de Todos los Santos y de los Fieles Difuntos es to­talmente distinta a la costumbre an­glosajona de la cual nació Halloween.

Origen de los disfraces: Eu­ropa sufrió durante largo tiempo la peste bubónica. Esto creó un gran temor y una gran preocupación por la muerte. Se multiplicaron las misas en la conmemoración de los Fieles Difuntos y nacieron muchas representaciones que le recordaban a la gente su propia mortalidad. De ellas, se fue estableciendo la cos­tumbre de disfrazarse durante es­tas fechas.

Origen del truco o trato (obse­quio o daño):  Está en la persecución contra los católicos en Inglaterra. Hubo un intento de los católicos de asesinar al rey Jaime I. El complot se descubrió, y los instigadores fue­ron a la horca. Esto se convirtió en una gran celebración en Inglaterra. Los protestantes de esas regiones, ocultos con máscaras, celebraban esta fecha (los primeros días de no­viembre) visitando a los católicos y exigiéndoles cerveza y comida para su celebración, y amenazándolos.

Relación con el ocultismo: Muchos grupos satánicos y ocultistas han tomado el 31 de octubre como la fecha más importante de su calen­dario. Es un hecho registrado que esa noche se realizan misas negras y cultos espiritistas.

Cultura y negocio del terror: Es evidente la connotación  negativa de las imágenes con se adorna Halloween . El mensaje de amor, caridad, paz y esperanza de Jesucristo  está divorciado totalmente de estas imágenes . Halloween no tiene nada que ver con nuestro recuerdo cristiano  de los fieles difuntos , y todas sus connotaciones  son nocivas y contra­rias a los principios de nuestra fe. Es una celebración de la maldad. Ha­lloween hoy es, sobre todo, un gran negocio. Disfraces, dulces, y demás artículos necesarios son un motor para que algunos empresarios fo­menten el consumo del terror

 Una alternativa positiva: Lo primero es organizar una cateque­sis con los niños para enseñarles el porqué de la festividad de Todos los Santos y los Fieles Difuntos, hacién­doles ver la importancia de celebrar a nuestros santos. Es buena idea que nuestros niños inviten a sus amigos. Debemos explicarles de manera sen­cilla y clara, pero firme, lo negativo que hay en Halloween y la manera en que se festeja; y que Dios quiere que seamos buenos y que no nos identifiquemos ni con las brujas ni con los monstruos, pues somos hijos de Dios. Los niños pueden disfrazar­se de ángeles y preparar pequeños regalos, pasar de casa en casa, y en lugar de hacer el obsequio o daño, regalarlos y explicar que lo hacen porque la Iglesia tiene una fiesta en la que se celebra a los santos. Man­tendremos los elementos buenos y positivos, celebrar, disfrazarse y compartir, pero proponemos cam­biar los negativos

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