EL ANIMADOR Y SU TAREA

 

Importancia de la tarea del animador de grupo

  Como ya se ha dicho anteriormente, cada Grupo de Vida Ascendente tiene a su servicio un miembro del Movimiento que se llama Animador.

         El animador de grupo es la figura clave en Vida Ascendente: Si el animador funciona bien, cabe esperar que el grupo también funcione, y si los grupos funcionan bien, también funcionará bien  Vida Ascendente en la diócesis. Por eso es tan importante que cada animador conozca bien su misión y la cumpla. 

         ¿Qué pasa si el animador deja cumplir sus funciones, por enfermedad, viajes, pereza, desánimo, etc? Si el animador deja de cumplir sus funciones, sea con causa justificada, o no, el grupo empezará a funcionar mal. Por eso pedimos que en todos los grupos haya al menos dos personas que puedan llevarlo, para que si uno falla, aunque sea por causas justificadas, haya otro que pueda reemplazarle. Un puesto de responsabilidad, y el animador los es, nunca debe quedar desatendido, ni siquiera temporalmente, bajo ningún pretexto.

Por ser tan importante el papel del animador en los grupos es por lo que en Vida Ascendente se aconseja que se hagan frecuentemente estos cursillos, no sólo para recordarnos nuestras funciones de animador, si no también para estimularnos en nuestro trabajo recordándonos su importancia.  

Quien puede ser animador

  Visto lo dicho sobre la importancia del puesto de animador, puede pensar alguien que él no esta preparado para ser animador. Nadie debe asustarse a la hora de asumir dicha tarea, él solo tiene que poner buena voluntad de servir al grupo, lo demás lo pone el “Jefe” y los compañeros

  La experiencia demuestra que el mejor animador es la persona que:

         1.° Es más igual a los miembros que forman el Grupo, por edad, cultura, etc. Es decir será un seglar, hombre o mujer, jubilado o mayor, ya que un joven o un adulto en activo viven situaciones y problemas diferentes a los ya jubilados.

También por esto, debe ser siempre un seglar. Si en algún momento o circunstancia no se dispone de un seglar preparado para ejercer la tarea de animador de un Grupo, puede ser suplido temporalmente en esta tarea por un sacerdote o religioso/a. En este caso excepcional, los religiosos/as o sacerdotes deben tener presente que están realizando una función de suplencia temporal, y que deben buscar y preparar seglares, para que cuanto antes se hagan cargo de la animación del Grupo. Personas extrañas al grupo pueden coartar la libre expresión y la confianza que debe haber entre los componentes del mismo.

2.° Que acepte y viva su misión de animador como respuesta a una llamada de Dios para servir al grupo. El Animador, generalmente, no llega a serlo por una elección personal, sino que lo hace respondiendo a una llamada de Dios para realizar este  servicio. La llamada de Dios se manifiesta de formas infinitamente variadas. Puede ser que el Grupo, ya formado o a punto de formarse, pida a uno de sus miembros que sea su animador. Otras veces es el párroco, que desea que se forme un Grupo de Vida Ascendente en su parroquia, el que solicita a una persona de su confianza que sea el animador de ese Grupo. A veces la  llamada se recibe a través del Responsable del grupo o de algún amigo que ya pertenece al Movimiento, o incluso se puede deber a una decisión personal de quien se siente llamado para formar y animar un Grupo de personas mayores que desean reunirse para reflexionar y orar unidas.

  Poco importa cómo se ha recibido la llamada: lo esencial es saber que a través de estas u   otras  mediaciones,  es Dios el que le pide que llegue a ser Animador.¿Se lo vamos a negar?

      3.° Otro requisito importante es que sea persona de Vida Ascendente, tanto en lo humano como en lo espiritual, es decir, que trate de perfeccionarse y de superarse continuamente tratando de vivir el triple lema del movimiento de espiritualidad, apostolado, y amistad con todos.      

4º  Finalmente es Conveniente que esté convencido de que el Movimiento al que sirve da buenos frutos para la Iglesia, y que al servir al grupo está prestando un buen servicio a la causa de Cristo cumpliendo así la voluntad del Padre.

 Cualidades que de desarrollar  el animador

  Ante todo debe tener una actitud de entrega y servicio al grupo. Esto quiere decir que debe reservar tiempo y trabajo para dedicarlo al grupo en la medida que éste lo requiera para su buena marcha. Tiempo y esfuerzo para preparar las reuniones, para tener con los miembros del grupo los contactos que sean necesarios y para asistir a otras  reuniones que requieran su presencia, como pueden ser reuniones convocadas por la Comisión Directiva.

Debe saber escuchar a todos, y hacer que todos se escuchen, poniendo orden en las reuniones y cortando los diálogos  directos entre  los participantes cuando en estos diálogos no participen todos los miembros del grupo.

Debe tener capacidad para resumir las ideas expuestas por los otros miembros del grupo, a fin que queden  claras entre los asistentes antes de poner fin a la reunión. Este punto es importante para que los asistentes no salga de la reunión con la sensación de no haber hecho nada.

Debe tener capacidad para resolver los problemas que habitualmente se presentan en este tipo de reuniones, tales como saber acallar a los que hablan constantemente o hacer que hablen los que callan siempre, o cortar, sin ofender, a los que no dejan hablar a los demás. Existen  técnicas que ayudan a esto. En las hojas finales encontraréis algunas de ellas.

Así mismo debe tener tacto para hacer que la reunión discurra siempre hacia el fin  propuesto, que es el estudio del tema presentado, evitando que se pierda tiempo con otro tipo de temas que no sean los propios de las reuniones, porque estos temas, generalmente, no son de interés para la mayoría del grupo.

Debe ser capaz de crear  el espíritu  de grupo procurando mantener siempre la cohesión entre sus miembros, y procurando que cada uno de sus componentes salga satisfecho de las reuniones porque ha encontrado en ellas la ayuda que viene buscando.

Cuando sea necesario debe hacer preguntas de modo breve y variado, bien al Grupo en general o a algún miembro, para estimular el diálogo, el intercambio, invitar a profundizar o completar lo dicho, mantener el interés sobre el tema tratado, etc.

Debe resumir  de vez en cuando lo que se va tratando, o invitar a que algún miembro del Grupo haga este resumen. Si en alguna reunión se continua el tema empezado en la reunión anterior, es imprescindible comenzar la reunión con el resumen de lo ya tratado para mejor centrarse todos en el tema.

  Comportamientos del animador que no se consideran correctos

            El   animador no es un Jefe.  No debe  imponer a nadie lo que tiene que hacer o dejar de hacer, pero sí necesita hacer uso de su autoridad para que en las reuniones haya alguna disciplina  y no se  vayan por los cerros de Úbeda, o terminen como el rosario de la aurora, donde se hable de todo y no se saque nada en limpio.

El animador no es un consejero, porque no es su misión resolver los problemas de los miembros del grupo, pero cuando se lo pidan, sí debe dar su opinión sobre los temas que le planteen, y si no tiene una respuesta adecuada para solucionar el  problema siempre podrá  animar al consultante a que acuda a la persona que considere idónea. Ayudar a los miembros del grupo cuando estos se lo pidan entra dentro de las funciones del buen animador

El animador no es un Profesor. En las reuniones nadie va a enseñar nada. Cada uno va exponer sus ideas y sus experiencias para que cada cual acepte las que consideren que le vienen mejor. Este intercambio de ideas y de experiencias es lo que enriquece a los miembros del grupo y la libertad para aceptar o no las ideas de los otros sin que nadie se moleste por ello es lo que contribuye a mantener la amistad del grupo y a evitar discusiones inútiles.

   COMPLEMENTO A LAS TAREAS DEL  ANIMADOR

  Este complemento no está tomado de ningún manual, corresponde a experiencias de los animadores de Salamanca manifestadas en reuniones habidas a lo largo de nuestra andadura

    Cosas que según nuestras experiencias hacen que el grupo vaya mal:

  Es malo que el animador de la impresión de que no ha estudiado el tema del día.

Es malo que los asistentes no  llevan bien preparados temas  a las reuniones.

Es malo que los que asisten por primera vez al grupo salgan con la impresión de que en el grupo hay un nivel bajo de conocimientos.

Es malo que los asistentes a las reuniones salgan con la impresión de que allí se está perdiendo el tiempo, porque no han sacado  ningún provecho de lo que se ha dicho.

 Cosas que según nuestras experiencias contribuyen a que el grupo vaya bien:

  Facilitarle el trabajo con fotocopias, pistas  etc. para que lleven preparado el tema de la reunión

Animar  a que intervengan todos en las reuniones, estimulando a los que no hablan haciéndoles preguntas como ¿tu qué opinas?, o ¿qué te parece lo que se ha dicho?

Es bueno que al terminar la reunión alguien haga un pequeño resumen de lo tratado para que queden claras las ideas.

Es bueno avisar a los miembros del grupo cuando se acerque el día de la reunión para recordárselo, sobre todo después de unas vacaciones, o cuando haya cambiando el día o la hora habitual de la reunión. Esto puede hacerse en cadena para evitar que el animador tenga que llamar a todos.

Mantener el espíritu de grupo rezando juntos pidiendo por la salud para los enfermos del grupo, o de alguno de sus familiares, o por los que hayan fallecido, haciendo juntos alguna actividad apostólica. 

También se mantiene el espíritu de grupo visitándose en casos de enfermedad, o llamando por teléfono al enfermo y ofrecerle nuestra ayuda, o tomando juntos algún café de vez en cuando para fomentar la amistad entre los miembros del grupo..

Anunciar, si es posible, las reuniones del mes por medio de carteles a la puerta de la Iglesia.  

 

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